A palabras necias, oídos sordos, debió pensar Mata Hari, cuando su superior le ordenó que cortara el grifo a su amigo, CHE (3'14). Y si no fuera poco, decidió hacer todo lo contrario de lo que le habían ordenado desde las altas esferas y apuntar con sus distintas mangueras al huerto de su protegido. Ni corta ni perezosa, riega con cada manguera, 2 ó 3 litros mensuales y eso le sirve a CHE (3'14) para ir tirando, al menos de momento y hasta que llegue la velada de sequía estival.
Harto de que en su propia casa le salgan enemigos, ha pensado ya varias veces en irse, pero aún tiene esperanza de que las cosas vuelvan a su cauce. Si criando a los cuervos, ya te sacan los ojos, agínate si los cría otro…
Los murciélagos nunca duermen…