QUITO (10/04/08) Todo apunta a que el asesinato del que en su día fue director del diario El Telégrafo, Carlos Navarrete, no fue asesinado motivos profesionales. De hecho, Reteros sin Fronteras señala que el delito común parece estar cobrando una mayor fuerza. Y es que en prer lugar se barajó su actividad profesional como motivo del cren debido a que no habían robado ninguna pertenencia del informador.
Carlos Navarrete, ex director del diario El Telégrafo antes de que pasase a manos del Gobierno ecuatoriano, trabajaba dirigiendo el diario gratuito La Calle. Las autoridades tuvieron en cuenta como prera hipótesis de su asesinato su actividad profesional como periodista ya que el robo fue rápidamente descartado. Aún así, hoy hoy, según señala Reteros sin Fronteras, el delito común parece ser la principal hipótesis de su asesinato.
De hecho, el Ministerio Público ha dado información relativa a que el informador habría sido torturado. Al negarse a dar la combinación de la caja fuerte los asesinos habrían optado acabar con su vida. Según señala la ONG, el 21 de marzo de 2008 se habría dictado la orden de detención de un sospechoso conocido bajo el nombre de Jurado Mosquera. A pesar de todo, aún no ha sido encontrado.
El periodista fue cesado de sus funciones bajo órdenes de la Agencia de Garantías de Depósito y precisamente cuando el gobierno dirigido Rafael Correa se hizo con el control del matutino, habiendo encabezado el diario desde 2000 al 2007, tal y como ya informábamos en prlatam en febrero de este año, fecha en la que fue encontrado muerto en su casa.
El Telégrafo pertenecía al ex banquero Fernando Aspiazu, quien se vio involucrado en irregularidades financieras. En Junio de 2007, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) ya denunciaba irregularidades en la ‘disputa legal' sobre la propiedad del rotativo. De hecho, Carlos Navarrete acusó en su momento al Estado de ‘despojar a los accionistas privados de la propiedad', anulando varios aumentos de capital realizados en 2002, 2004 y 2007 que le habrían otorgado la mayoría accionaría. Como ya señalábamos, la Superintendencia de Compañías dejó sin efecto estos aumentos de capital y le dio la mayoría accionaría a la Agencia de Garantía de Depósitos, de carácter estatal, según el IFEX.
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