Tiene un precio más asequible de lo que se piensa, pero muy poca gente contrata un seguro de arte. ¿Los motivos? Bien que se desconocen estas garantías o bien que la gente no sabe que tiene alguna pieza en casa que pueda asegurar. En prseguros hemos conversado con Ignacio García de Oteyza, director general de Axa Art en España, que nos ha comentado las cifras de negocio, cómo funcionan estos seguros, qué cubren y cómo se venden. Lo más riesgoso es el transte de obras y lo más cuantioso son las coberturas de exposiciones.
Desde su despacho, en el que cuelgan varios cuadros de Miró, García de Oteyza explica que los peritos son profesionales con formación en historia del arte y que cada cierto tiempo se revisan las colecciones aseguradas para conocer su revalorización. Si la pieza sufre un daño, se propone al propietario la mejor solución: restaurar o indemnizar. Y en caso de robo, se paga una indemnización. Si la pieza en cuestión se recupera al cabo de un tiempo, el propietario tiene la posibilidad de devolver la cantidad recibida.
¿Cómo fue el pasado ejercicio para Axa Art?
2007 fue un año muy positivo que crecos alrededor del 12% y terminamos con 5,6 millones en cifra de negocio. Logramos un resultado después de puestos muy interesante para el accionista. Dentro del mercado del arte en España, consideramos que el año cumplió con las expectativas.
¿Cómo acusará este mercado la ralentización económica?
Yo espero que no se note, ya que el mercado del arte siempre se ha comtado de forma bastante positiva. No se puede esperar que crezca todos los años, pero el número de visitantes a las ferias sigue aumentando, los volúmenes de las transacciones y las subastas baten récords año a año…
Sin embargo, en el prer trestre el número y densión de las exposiciones han sido sensiblemente inferiores, lo que la pra del seguro también es menor. Tal vez ha sido las elecciones, pero ahora ya hay un nuevo Gobierno y esperamos que todo vuelva a coger ritmo.
¿Qué peso tiene Axa Art dentro del negocio de la aseguradora?
Es como una gota de agua en un océano. Axa Art es 100% del Grupo Axa, pero nuestra cifra de negocios es prácticamente insignificante dentro del volumen de la aseguradora en España, donde ha cerrado el año con 3.491 millones y nosotros con 5,6 millones.
A nivel mundial, Axa Art que tiene presencia en todos los países donde hay un mercado del arte, como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, España e Italia y también en Hong Kong… Todo Axa Art tiene una cifra de negocio de alrededor de 140 millones de euros.
Con este negocio tan pequeño, ¿cuál es vuestro objetivo?
Axa Art busca la especialización e intenta dar un servicio diferenciado a sus clientes.
¿Son tan caros los seguros de obras de arte como se dice?
Rotundamente no, son bastante baratos. Los seguros que nosotros ofrecemos son a todo riesgo, donde se cubre un valor muy tante: el de una obra de arte. Por ejemplo, si se suma el valor de una exposición compuesta 60 obras de arte, podemos llegar a los 200 millones de euros de capital asegurado. Eso no se puede dar gratis y, para las coberturas y servicios que damos, es un precio más que razonable.
Cuando el Museo de Sao Paulo sufrió un robo, se dijo que no contaba con una póliza su alto coste, ¿qué alternativa hay para estos centros con pocos recursos?
Yo no comparto para nada esa opinión. Quizá no tenían bien presupuestado su año, pero en España, un elevadíso centaje de los museos pequeños y medianos tienen un seguro. Se pueden buscar fórmulas, como hacer un seguro a prer riesgo, una parte del total del valor de la colección. Que digan que no se aseguran el precio, me parece una excusa.
¿Qué efecto ha tenido el seguiento mediático de estos casos en vuestro negocio?
Por lo menos se ha hablado de arte y de las compañías que aseguramos el arte. A raíz de esos robos, nuestra central de Alemania decidió lanzar a nivel mundial un proyecto para mejorar la seguridad de museos medianos y pequeños, que son los que lo necesitan, para que no ocurran cosas como las que pasaron en Suiza: un vehículo no puede llegar hasta la puerta principal del museo y las obras más tantes no deben estar cerca de la entrada. Son medidas que no las plementan que, a lo mejor, no han tenido una inspección de riesgo profesional, pero deben plementarlas.
¿Qué acogida ha tenido esta iniciativa?
Cada oficina de cada país está intentando hacer una selección de museos a los que se los vamos a ofrecer. Los preros serán nuestros clientes, que lo tendrán gratis, y los que no lo sean, tendrán que pagar una pequeña cantidad. Yo espero que en este prer ejercicio apliquemos estas inspecciones a 10 o 15 museos en toda España.
¿Cuál es la pieza de arte más cara que tiene asegurada Axa Art en España?
Preferos mantener la confidencialidad y no esa información, a no ser que sea pública. Tenemos algunos privados con colecciones muy interesantes, pero nada comparado con lo que representa asegurar una exposición. Axa Art fue el asegurador de la exposición de El Prado que viajó a China el año pasado y que inauguraron los Reyes. Ahí estábamos asegurando 360 millones de euros.
¿Qué es lo que genera mayor siniestralidad?
El transte es lo más peligroso. Nosotros no aseguramos nunca una exposición si el transte no lo realiza una compañía especializada, con las obras muy bien embaladas, con camiones con control de temperatura y humedad, en las que el camión nunca queda solo ni se puede parar en cualquier sitio. Nosotros conocemos todo el plan de recorrido de la muestra que aseguramos.
¿De qué sectores proceden sus principales clientes?
Tenemos tres líneas principales. Prero, las colecciones privadas o corativas. Hay empresas que, tal vez, no tienen una colección propiamente tal, pero dentro de sus oficinas tienen obras que se pueden considerar una colección. En segundo lugar las instituciones, como fundaciones y museos. Por últo, los comercios: galerías, salas de subastas, ‘dealers'… En casi todos ellos, aseguras la colección permanente.
¿Y las exposiciones?
Las exposiciones tienen una tancia muy alta para nosotros. Axa Art no sólo asegura la estancia, sino también todo el moviento de las obras de arte. Es lo que llamamos el seguro ‘clavo a clavo', es decir, cubre desde que la obra se descuelga de su lugar habitual hasta que vuelve a ser colocada en su sitio. Hay instituciones, como los ayuntamientos o las cajas, que son los que más exposiciones organizan con obras que han podido ser prestadas museos o particulares.
Marketing, venta y promoción, ¿cómo funciona la distribución de estos seguros?
Está muy enfocado hacia los mediadores. Participamos en ferias y organizamos visitas guiadas para sensibilizar a los corredores, brokers internacionales y agentes, para los que el seguro de arte representa sólo un 5% de sus ingresos. Un pequeño centaje de nuestro negocio nos viene de directo y del boca a boca. Hay un gran desconociento de este seguro y somos conscientes de que hay muchos minicoleccionistas, gente que empieza o que ha heredado algunas piezas, que tiene sus obras en su casa sin asegurar. En el mejor de los casos, las incluyen dentro de su póliza de Hogar de una compañía generalista, pero con una cobertura inferior al nivel que nosotros damos y, probablemente, más cara.
Ahí es donde está vuestro nicho de creciento…
Evidentemente. Si todo el mundo tuviera conociento de cómo es el seguro de obras de arte… Eso es lo que me gustaría, hacerlo llegar al público en general y que se supiera que es muy asequible en precio, que no hay que tener un Picasso para tener un seguro con nosotros. Cuando decos obras de arte, nos referos a cuadros, pero también a muebles antiguos, esculturas, tapices, cerámica, orfebrería… cosas que tienen un valor dentro del mercado del arte.
