Por si no fueran suficientes los sotes a través de los cuales captamos la publicidad, ahora, y con áno de ofrecer una alternativa a la propaganda de buzoneo, la publicidad llega a la bolsa del pan; pero, el advertising también se cuela en las bolsas, explotando su lado más creativo.
El ‘Publipán', que ha sido patentado en España y Portugal, y que ya se ha plantado en 27 provincias, es un sistema de comunicación a través del cual, los emprendedores ponen a disposición de todas las empresas e instituciones interesadas un sote sencillo y capaz de colarse en los hogares españoles, como es la bolsa del pan.
No se trata de una bolsa cualquiera, sino que es reciclable, al tiempo que los anuncios se pren con tintas al agua y que no usa poliamidas. Asismo, para que los anuncios publicitados produzcan mayor pacto visual, la bolsa cambia de color cada 15 días, pasando las tonalidades rojo, naranja, verde y azul. Por si no tenemos bastante, el envoltorio también incluye un 'sudoku', con el que pretenden que la bolsa no acabe en la basura tras ser utilizada.
¿Para que litarse a estampar el nombre del estableciento sobre la bolsa? Hoy son muchas las marcas que recurren a diseños publicitarios para sus bolsas, pues son estas, al fin y al cabo, las que indican dónde compras, y las que dada su creatividad otorgan al consumidor un status diferente a la hora de pasear sus compras la calle. Así nace el fenómeno del bag advertising: recurrir a las bolsas como sote creativo.
Publicidad exterior, barata y eficaz, siempre y cuando su creatividad sea suficiente para que nadie se quiera desprender de la bolsa al llegar a casa. Entre los ejemplos vemos, la bolsa de la pistola, que ta el libro del autor de las novelas de crímenes más famosas de Bélgica. La agencia responsable es Duval Guillaume Brussels. O la de un producto para dejar de morderse las uñas, que juega con la agen de una boca mordiendo tus uñas, cuando lo único que estás haciendo es tarla. La idea corre de parte de la agencia alemana Jung Von Matt.
Pero no son las únicas, los formatos no han quedado reducidos a la típica bolsa en plástico o papel, sino que las creativas presiones han quedado estampadas sobre bandoleras y bolsos de mano que hacen de sus tadoras ser los más fashion de la pasarela urbana.
Una muestra más de que la publicidad no entiende de fronteras…
Seguiremos informando…
