Las informaciones llegadas hasta la redacción de prnoticias revelan un creciente desasosiego en Zeta ante la empantanada venta del grupo. Y es que existe intranquilidad en la plantilla ante el espeso silencio que rodea toda la operación y ansiedad en el Comité de Empresa ante la falta de información. La venta de Zeta no se concreta y los plazos iniciales quedan cada vez más alejados. Todo ello lleva a pensar a la mayoría de los ejecutivos de la Compañía que el mejor momento para vender ya pasó.
Los tres frentes de Zeta se siente intranquilos: trabajadores, sindicatos y directivos. Estos últos si dividen entre los que quieren asegurarse una buena indemnización y los que quieren un comprador serio para la empresa. El caso es que la vieja guardia esos cercanos a Antonio Asensio padre vuelven a repetir lo que predijeron en enero: ‘esto pinta mal'. Y es que desde hace semanas no se tienen noticias de las negociaciones con Roures y Gallardo.
‘Ya lo decíamos nosotros, con el paso de los meses la venta se pudre, con este precio nadie compra y ya solo falta que los bancos se pongan nerviosos y empiecen a tocar los cojones con los vencientos de créditos a partir de junio', dicen los veteranos ejecutivos en privado. Y no dejan de tener razón, ya que los hipotéticos compradores no esperarán eternamente y cada día que pasa la situación económica general y la valorización de la compañía va a peor.
En el marco de toda esta situación existe temor a que algunos bancos y cajas acreedores de la empresa se descuelguen haciendo presión. En concreto, una de estas entidades afincada en Cataluña fue la prera que dijo a Antoñito que vendiera el año pasado, pero las cosas no han mejorado desde ese momento y el tiempo ha pasado y la liquidez apremia. En este contexto la única situación viable a día de hoy es apelar a un fondo de inversión.
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