Mientras el PP pelea lo suyo y va camino, ojalá, de convertirse en un partido de prarias, más que un partido prario, el gobierno escucha en silencio como el tsunami de la economía crece para aplastarlo.
Nos hemos comido la mitad del superávit y Zapatero ya no puede decir que estamos bien preparados para lo que viene, prero que no sabe lo que viene, nunca lo ha sabido, y segundo que ya hemos destruido la mitad de la muralla.
Vienen huelgas anunciadas en el sector público, que van a itar a la de la Justicia, y crece la gresca entre las comunidades los dineros, ahora que van perdiendo caja que no se vende un solo piso. Solo en los últos meses, Madrid ha dejado de ingresar unos mil millones de euros transacciones inmobiliarias. No se vende, no se ingresa.
A ZP no le puede ayudar ni siquiera la ministra de Igualdad, que desde que fue nombrada no ha abierto la boca más que para leer el Quijote, que eso lo hace cualquiera.
Zapatero se ha equivocado en todo. En la prera legislatura corrigió la política antiterrorista, y en esta segunda va a rectificar otras dos políticas: la del agua y la económica. Las tres son las únicas tantes en la nación. Y en las tres nunca ha tenido una política seria. Y en las tres ha llegado tarde a todo.
ALFREDI URDACI, PERIODISTA
