La Pinza se abre entre el norte y el sur. Por el Norte, los de Llamazares se alían con los terroristas. Llevan unos años pisando moqueta y eso a veces te hace perder los escrúpulos. Las cosas se ven de otra forma, y la ética se ablanda, y el criterio se relaja. Por eso, y no otra cosa, esta izquierda que en otro tiempo respaldó al débil ahora se alía con los pistoleros para que sigan sentados en el Ayuntamiento, y vivan del presupuesto. Es otra forma de solidaridad.
Por el sur, el brazo tonto de la pinza se muestra en forma de alcalde que insulta al Rey. El Borbón está tan sometido a crítica como los demás, pero si uno dice que el Rey es un corrupto y el hijo de un crápula, al menos tiene que tener la honestidad intelectual de demostrarlo. Se lo diré de otra forma: intelectualmente, la izquierda está muerta. Políticamente, herida de muerte. Tan sólo se les ocurre confiar su escasa vida a un hombre, Anguita, dispuesto a volver de su retiro para adecentar lo poco que queda de su vieja formación.
Cualquier día, esto neocomunistas se harán musulmanes, ante la falta de clientes.
ALFREDO URDACI, PERIODISTA
