‘Las enfermedades vasculares constituyen un grave problema sociosanitario'. Así lo afirma el profesor Vicente Vicente García, jefe de Hematología del Hospital Morales Messeguer de Murcia que reconoció que estas patologías son la prera causa de mortalidad en España y que en 2020 un 40% de la población morirá esta causa. Esto requiere una actualización en información sobre el tema, señala Vicente, no sólo de los estamentos sociales relacionados con la medicina sino de la sociedad en su conjunto. Boehringer Ingelhe recogió el testigo de la necesidad de la propuesta lanzada y, este motivo, organizó hace unos días un Seminario para Medios de Comunicación sobre Enfermedades Vasculares y los últos avances en esta materia.
Un estrechamiento y obstrucción de los vasos sanguíneos que se encuentran fuera del corazón desencadena una enfermedad vascular, que puede manifestarse en el sistema venoso y en el arterial. En el caso del sistema venoso, explica el profesor Vicente Vicente, las principales afecciones son la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar mientras que las enfermedades más comunes relacionadas con el sistema arterial son el ictus fibrilación auricular, la enfermedad cardiovascular el infarto de miocardio y la enfermedad arterial periférica.
En el caso de la trombosis venosa profunda, ejemplo, comenta el profesor, se necesita tratamiento inmediato, ya que, en caso contrario, el coágulo en las venas de las piernas (trombosis venosa profunda) puede derivar en una embolia pulmonar que puede desencadenar en una enfermedad grave o incluso provocar la muerte. Algo silar sucede en el caso del ictus fibrilación auricular, ya que si un segmento de un coágulo sale de las aurículas y se deposita en una de las arterias que llegan al cerebro el resultado podría ser un ataque cerebral. Por eso, insiste Vicente, ‘los tratamientos anticoagulantes ayudan a prevenir y tratar estas dolencias'.
Actualmente existen varios agentes antitrombóticos utilizados en la práctica clínica como la heparina, los anticoagulantes orales (como la warfina y el acenocumarol) los inhibidores directos de la trombina (hirudina) o incluso el ácido acetilsalicílico (aspirina) que han demostrado eficacia y seguridad en su uso. Sin embargo, estos tratamientos presentan diferentes inconvenientes ya que, ejemplo, en el caso de la heparina, ésta debe ser suministrada vía parenteral (inyectable) mientras que en el caso de los anticoagulantes orales como Sintrom, los inconvenientes residen en que es necesario ajustar las dosis y realizar controles periódicos de la medicación a los pacientes además de tener en cuenta que el tratamiento puede provocar interacciones con otros fármacos y con algunos alentos.
Por eso, se ha hecho necesario que, tras una época en la que apenas han existido innovaciones farmacológicas en el campo de los anticoagulantes, empiecen a surgir nuevos fármacos más eficaces y seguros. En este sentido, se están investigando nuevos anticoagulantes orales que actúan distintos mecanismos de acción y son inhibidores directos de la trombina y los inhibidores directos del Factor Xa. Precisamente la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) ha concedido ya la autorización para la comercialización de un nuevo inhibidor directo de la trombina oral, el dabigatrán etexilato.
El fármaco, que será comercializado con el nombre de Pradaxa Boehringer Ingelhe, ha recibido la autorización para la prevención de Tromboembolismo Venoso (TEV) en adultos sometidos a cirugías de reemplazo de cadera o rodilla y permite administrar una dosis oral fija una vez al día independientemente de la edad, el peso, el sexo y la etnia y brinda un efecto anticoagulante predecible y uniforme sin necesidad de realizar un control de la coagulación. Además, no interacciona con otros fármacos.
Sin perjuicio de lo anterior, también se está evaluando la eficacia y la seguridad de dabigatrán etexilato en la prevención praria del tromboembolismo venoso (TEV), en el tratamiento del TEV agudo, en la prevención secundaria del TEV, en la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular y, finalmente, en la prevención de episodios cardíacos en pacientes con síndrome coronario agudo, evaluaciones llevadas a cabo con una muestra extensa de 34.000 pacientes y que, en palabras de Bernat Ariño, asesor médico del área de Anticoagulantes y Fibrinolíticos de Boehringer, ‘será un ate significativo para médicos y pacientes, un lado que se elinarán los controles de coagulación y, otro, que hacía cincuenta años que no se producían avances en este campo'.










