ASUNCIÓN (28/04/08) Según informa el tal Americaeconomica.com, el ya nuevo presidente de Paraguay, Fernando Lugo, se enfrenta a Brasil la equidad económica del Tratado de Itaipú, con el que comparte la soberanía de la central hidroeléctrica, cumpliendo así una de sus promesas electorales. Pero Lugo ha cambiado su discurso y ya no pide a Brasil renegociar el Tratado de Itaipú, vigente hasta el 2023, ahora pide mayores beneficios al país.
El pasado mes de julio Lugo anunció que pediría al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, la renegociación del Tratado de Itaipú, instrumento legal para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Paraná los dos países.
Todo parte de un acuerdo, firmado hace 34 años cuando los dos países eran gobernados regímenes militares. Dicha negociación establece que la energía que alguno de los dos no utilice tiene que ser cedida al otro socio a un precio remunerativo, y además prohíbe la venta a terceros.
A Paraguay, propietaria del 50% de la central, le corresponde la mitad de los 90.000 millones de kilovatios (kw) producidos la hidroeléctrica. Actualmente utiliza sólo 7.000 millones de kw para satisfacer el 95% de su consumo. Los otros 38.000 millones de kw son cedidos a Brasil, que paga cerca de 42 dólares (30,8 euros) cada 1.000 kw cedidos, de los que dos dólares (1,4 euros) corresponden a un premio directo para Paraguay.
Pero Lugo no lo va a tener fácil que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido al nuevo presidente de Paraguay que no revisará el tratado de Itaipú.
El presidente brasileño dejó claro que no pretende revisar el tratado de la hidroeléctrica binacional de Itaipú, del que el presidente electo paraguayo ha reclamado cambios para cobrar más cara la energía que vende a Brasil.
‘En Itaipú tenemos un tratado y se va a mantener', dijo Lula a la prensa. ‘El tratado no cambia', enfatizó.
El reclamo de mejores condiciones para Paraguay en ese tratado energético fue el gran tema de la campaña paraguaya. Los reclamos paraguayos ocurren en un momento de carencia de energía y consecuente aumento de precios a nivel global, que puede forzar a una negociación del tratado de Itaipú.
Aun así, Lula sugirió que Brasil pretende seguir pulsando cooperación con el país vecino y socio en el Mercosur, que ambas naciones integran junto a Argentina y Uruguay. ‘Tenemos mucho que seguir conversando con Paraguay, y vamos a seguir conversando', afirmó Lula.
El canciller brasileño, Celso Amor, afirmó hace dos semanas que ganara quien ganara las elecciones en Paraguay, Brasil tiene previstos varios proyectos para pulsar el desarrollo en ese país, entre estos una línea de transmisión energética con financiación del banco de fomento BNDES.
El director brasileño de la hidroeléctrica Itaipú, Jorge Miguel Samek, ha mostrado en entrevista publicada un diario brasileño su temor de que Paraguay pueda proponer una moratoria de la deuda de la central compartida ambos países.
En Brasil hay temor de que se repita una situación silar a la que aconteció en Bolivia tras la elección del presidente Evo Morales, que presionó y consiguió aumentar el precio del gas que vende a Argentina y a Brasil.
Bolivia ha dejado la puerta abierta para que Paraguay pueda negociar y atender a los intereses nacionales. Porque al igual que Bolivia, Paraguay sabe que no puede consumir tanta energía y tiene que vendérsela a Brasil.
El líder de APC ganaba las elecciones con un 40,82%, frente al 30,72% que conseguía la candidata oficialista Blanca Ovelar. Además, el ex general Lino César Oviedo, del partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace), aparecía tercero con 21,98%.
Con su histórico triunfo, Lugo termina con la hegemonía de 61 años de los ‘colorados' en el poder, que además fueron el sostén político de la dictadura de tres décadas de Alfredo Stroessner. Esta fuerza ganó todas las elecciones tras su caída en 1989.
