LATAM (02/05/08) Este 3 de mayo se celebra el Día Internacional de la Libertad de Prensa, un día que no es celebrado muchos, especialmente todos aquellos informadores que han sufrido en ca propia las amenazas o agresiones ocasionadas su trabajo informativo. Y es que las acciones violentas contra la prensa en América Latina no dejan de sucederse. El periodista boliviano Carlos Quispe Quispe, de Radio Municipal Pucarani, es hasta el momento el único informador latinoamericano asesinado en lo que va de 2008, no ocurre lo mismo con el número de informadores amenazados. Igualmente haremos un repaso a las últas medidas legislativas.
Y es que las amenazas a la prensa sería incontables dado el alto número que se suceden día tras día en el nuevo continente. La libertad de prensa se ve irremediablemente dañada cuando estos informadores no tienen otro camino que la autocensura para poder seguir ejerciendo su labor periodística. Y aunque durante los últos meses se han emprendido diversas mejoras en lo que a la regulación de la prensa se refiere en América Latina, aún hay mucho mejorar.
Censura, amenazas, privilegios o chantajes con publicidad oficial o presiones son algunos de los principales retos a los que debe someterse un periodista en Latinoamérica. Así lo demostraba el últo de los informes anuales presentados Reteros sin Fronteras, que relataba con especial delicadeza la actual situación de Perú, que ‘ha batido su propio record' con cerca de 200 ataques a los medios.
Durante los últos días y como os hemos venido informando en prlatam, Argentina ha estado al pie de cañón, y es que la medida adoptada la presidenta Cristina Kirchner de crear un Observatorio de la Discrinación de los Medios de Comunicación ha caído como un jarro de agua fría sobre los principales sectores de la prensa argentina, que han visto en esta medida un claro pedento y vigilancia de su libertad de expresión. Por otro lado, en Argentina se están siguiendo todos los pasos para que se cree una nueva ley de radiodifusión dado que ésta data de la dictadura argentina.
Colombia sigue siendo uno de los peores lugares para ejercer el periodismo. Las amenazas provenientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o de las Autodefensas Unidad de Colombia (AUC) siguen litando la capacidad informativa de muchos profesionales de la comunicación colombianos. Algo silar sucede en México, donde la autocensura y las amenazas siguen su día a día. De hecho, en 2007 dos fueron los informadores asesinados, Saúl Martínez Ortega y Amado Ramírez. En lo que se refiere al terreno legislativo, el grupo plural de Senado aún no ha completado la nueva Ley de Radio y Televisión que debería regir en México y que supuestamente acabaría con las deficiencias de la conocida como ‘Ley Televisa' y los privilegios de las dos grandes cadenas mexicanas.
Por su parte, Cuba sigue siendo la segunda cárcel del mundo de periodistas. De hecho, hoy hoy hay un total de 23 periodistas en algunas de las prisiones de la isla cubana a pesar de los supuestos cambios económicos que promueve el nuevo Gobierno de Raúl Castro tras la disión de su hermano. Y es que los diversos pactos de Derechos Humanos firmados el Gobierno aún no se han llevado a la práctica.
Hay que destacar el caso del hasta ahora único periodista de América Latina asesinado en lo que va de 2008. Se trata de Carlos Quispe Quispe, de Radio Municipal Pucarani, quien falleció el 29 de marzo tras ser vícta de latigazos y diversos golpes que le ocasionaron un traumatismo encéfalo craneal cerrado.
Una situación menos peligrosa se vive en Venezuela, en donde la prensa es constantemente cuestionada el presidente Hugo Chávez. De hecho, hoy hoy aún resuena la polémica salida de Radio Caracas Televisión (RCTV), las críticas a Globovisión o la más que cuestionada reforma constitucional promovida el mandatario venezolano. Y es que es todos es conocido el gusto del mandatario los medios de comunicación.
Brasil ha recorrido un largo camino en el terreno legislativo. Y es que principios de febrero de este mismo año, el magistrado Carlos Ayres Britto, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, ordenaba la suspensión de parte de la ley de prensa de 1967, heredada de la dictadura militar. De hecho, Ayres consideraba que varios artículos de esta ley violan algunos derechos constitucionales y democráticos como la libertad de expresión. De hecho, también se han paralizado todos aquellos juicios que se basen en condenas esta norma.
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