El I Congreso Farmajoven, celebrado la semana pasada, consiguió el objetivo que perseguía: concienciar a los jóvenes boticarios sobre el futuro que se avecina para la oficina de farmacia. Para ello, hasta Valencia se desplazaron varios expertos que ataron su particular visión sobre el procediento que se sigue en Bruselas y que busca la liberalización del modelo español de farmacia. En este sentido, destacó la exposición del letrado Marcos Araujo, del despacho de abogados Garrigues y Asociados que, como gran conocedor del Dictamen Motivado, desgranó las claves de este asunto a los asistentes y analizó otros asuntos candentes de la actualidad del mundo farmacéutico.
En una intervención centrada en la oficina de farmacia y el sistema de distribución en España Araujo señaló que los farmacéuticos deben defender el carácter sanitario de su profesión enca de la vertiente económica (aunque sin dejar de lado ésta) ya que éste es el punto más fuerte para luchar contra la liberalización del sector, un modelo liberalizador que únicamente atiende a criterios económicos y de búsqueda de la máxa rentabilidad.
No obstante, y a pesar de que las nubes que se avecinan pintan un panorama gris para el sector, el abogado no quiso dejar en el ambiente un mensaje derrotista y admitió que ‘a la vista de algunos fallos del Tribunal de Justicia europeo aún no se debe dar el tema perdido'. Y para muestra, varios botones. Por ejemplo, y según Marcos Araujo, el modelo farmacéutico sueco (modelo nacionalizado, donde rige un monopolio de estado absoluto) no plantea para la Comisión Europea ningún tipo de incompatibilidad con el proceso que se está desarrollando en España y otros países de la Unión Europea. Esto significa, al modo de ver de Araujo, ‘que lo que apoya Europa es la nacionalización del sistema farmacéutico y lo que desecha es la labor sanitaria de los modelos de los países denunciados'.
El abogado de Garrigues también dedicó tiempo de su ponencia a la Ley de Sociedades Profesionales, que actualmente valora que un 25% del capital de las oficinas de farmacia pueda ir a parar a manos ajenas al propietario titular de la farmacia. Sobre este punto, Araujo se mostró disconforme alegando que si ahora se concede una cesión del 25% de este capital, ‘en un futuro no sabremos dónde poner el límite'.
El desabasteciento que sufren las farmacias parte de determinados laboratorios también es una cuestión que preocupa a este colectivo. Y, al hilo de lo anterior, no lo son menos los problemas que en la actualidad están surgiendo con la venta directa de los propios laboratorios a las boticas, sin pasar las distribuidoras. Este procediento, aunque legal al estar recogido en el reglamento, como comenta Araujo, está creciendo en los últos tiempos de manera ‘agresiva', lo que lleva a cuestionar el modelo de negocio asentado.
Además, el letrado también reprobó las tendencias incipientes de sustitución de las distribuidoras operadores logísticos como vehículo de distribución de medicamentos y finalmente rechazó las estrategias de comercio paralelo a pesar de que estas prácticas suponen un centaje ínfo de pérdidas para las oficinas de farmacia.
A modo de conclusión, se abogó la necesidad de construir un modelo asentado sobre la base sanitaria que posee el farmacéutico y obviando la parte puramente mercantil del negocio al tiempo que se defendió como garantía de funcionamiento de un buen modelo un sistema de distribución controlado la farmacia. Otro de las metas es la mejora de la calidad en la dispensación pero para todo ello, resumió Araujo, ‘lo tante es contar con el apoyo del cliente que el ciudadano está contento con el modelo, y es en eso donde nos tenemos que apoyar', finalizó.
