Miércoles la mañana. En Sorpresa se ultan las páginas para el cierre del vies. Ningún redactor se espera lo que se les viene enca. ‘De repente' el director de arte comunica a la directora, Maite Matallana, que le han avisado de talleres de producción para que no terminen el trabajo que están haciendo que el lunes la revista ya no va a salir. En prnoticias os contamos en prera persona la crónica de este cierre.
Ni los doce trabajadores de esta revista, ni la directora, nadie había tenido noticias previas de que su papel couché estuviera condenado a su desaparición. Y como todas las ‘sorpresas', les pilló desprevenidos a prera hora de la mañana. El director de RR.HH. de RBA llegaba media hora después de que el Director de Arte dejara frío al equipo, para conversar el Comité de Empresa. En su poder una vez en las oficinas de la redacción obraban ya las cartas de despido y los cheques preparados. Ninguno de los empleados de ‘Sorpresa' se salvaba de la quema.
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*¿Qué ha pasado con Única y Sorpresa?
Ni siquiera las dos redactoras que se encuentra embarazadas, ni uno de los maquetadores que padece una enfermedad degenerativa han sido reubicados en alguna otra publicación de la empresa. Mucho menos se ha mirado aquellos, maquetadores o fotógrafos freelances que también formaban parte de la redacción: ahora están en la calle, 'pero sin ningún beneficio'. Y es que lo único de lo que pueden alegrarse los que estaban en plantilla ‘y tenemos que dar gracias', observaban miembros de la plantilla es que se les ha agregado en el ERE del año pasado, lo que al menos económicamente han sido cubiertos.
Todo ocurrió muy rápidamente, sin apenas explicaciones todos fueron invitados a marcharse. ‘Recogos nuestros bártulos y llenos de pena, abandonamos el edificio', concluía su relato una redactora ¿Las razones? La única que alegaba el director de RR.HH., es que la publicación fue comprada a Edipresse teniendo ya pérdidas y que dos años después no se había recuperado. Según las palabras del equipo de ‘Sorpresa', la revista que comenzó con 130.000 ejemplares fue disminuyendo progresivamente su tirada, hasta los 100.000 aproxadamente, una clara muestra de la despreocupación de RBA las revistas del corazón, según nos comentan.
Y es que, como nos han contado, la filosofía que la empresa pretendía prir en cuanto a ‘corazón' era muy diferente al estilo de Sorpresa, que se caracterizaba ser incisiva, mientras que en RBA apostaban ‘un corazón más elegante'. Unos objetivos basados en acoplar tirada según venta, cada vez se tiraban menos ejemplares, y lo tanto cada vez llegaban menos al quiosco.
De la revista ‘Única' podrían haber sido reubicados 3 trabajadores en distintas áreas de la empresa, el resto, eminentemente freelances, han sido despedidos. De Sorpresa, de momento no se ha reubicado nadie.
Seguiremos Informando…
