Un régen mixto de pensiones, con una pensión pública básica y una privada complementaria, es la modalidad que mejor se adapta a la realidad española, según Carmelo MesaLago, investigador especializado en seguridad social de Latinoamérica y Catedrático de la Universidad de Pittsburg, en Estados Unidos. Para él, América Latina es un ‘laboratorio social', un referente para otras regiones, donde destaca el modelo de pensiones de Chile que, aunque exitoso, ha debido ser reformado para resarcir los fallos del sistema previsional heredado de Pinochet. Sobre Estados Unidos, le parece ‘de escándalo' que carezca de un sistema nacional de salud, aunque tiene esperanzas sobre las propuestas de los candidatos demócratas. ‘Cualquiera de las dos es mejor de lo que tenemos ahora'.
En Latinoamérica conviven varios modelos de pensiones: uno privado, otro mixto y un tercero en el que ambos sectores entran en competencia, ¿cuál ha mostrado mayor eficiencia?
Los sistemas llamados privados funcionan en la mitad de los países y en los otros diez hay sistemas públicos. Los modelos privados dependen del tamaño del mercado asegurador de cada país y del desarrollo del mercado de capitales, dos factores muy tantes para la competencia y la diversificación de la cartera. También influye el tiempo en el que el sistema haya estado operativo. En el caso de Chile, estamos hablando de unos 27 años, mientras que otros países apenas llevan unos años de funcionamiento o no han terminado de plantar el sistema.
En ese contexto, yo diría que el sistema chileno es el que ha tenido más éxito, pero con problemas que están siendo corregidos con esta Ley que va a entrar en vigor en julio.
¿Hacia dónde apuntan esas reformar del sistema chileno?
La Ley de reforma se hizo bajo el mandato de Augusto Pinochet y no hubo discusión de ninguna clase. La diferencia con esta ‘reforma de la reforma', es que ha habido un diálogo social muy extenso. La presidenta Michelle Bachelet creó una comisión de 15 miembros, con representación de todos los sectores de la sociedad. También se convocó a una reunión con expertos de todo el mundo, que discutió todos los aspectos de la reforma con dicha comisión. En el debate parlamentario hubo algunos puntos que se retiraron, pero los puntos fundamentales del diseño fueron incorados la Ley.
¿Cuáles fueron los principales problemas que se resolvieron con esta ‘reforma de la reforma'?
Alrededor de la mitad de las personas, especialmente las mujeres, no iban a tener derecho a la pensión mína. Además, la pensión no contributiva, es decir, la pensión de asistencia social, no llegaba a un grupo de pobres, ya que había una lista de espera que estaba determinada los recursos fiscales disponibles. La nueva Ley crea una pensión asistencial universal para todas aquellas personas de bajos ingresos que no tengan una pensión contributiva y establece una pensión intermedia en que personas que no acceden al míno, que antes sólo podían retirar los fondos que habían reunidos, puedan tener una pensión.
¿Y cómo beneficia a las mujeres?
El sistema privado agrava la inequidad género que se utilizan tablas de mortalidad diferenciadas sexo para calcular la pensión. La mujer acumula menos en el fondo razones del mercado de trabajo, le pagan menos que al hombre igual trabajo, sale del mercado laboral para atender a los hijos y, además, como tiene una esperanza de vida 3 o 4 años mayor que el hombre, el fondo será menor. La Ley crea un bono de maternidad. Por cada hijo que tiene, la mujer recibe un bono que se ajusta anualmente a la inflación, gana un interés del 4% anual y se deposita en el momento en el que el hijo nace y que mejora su pensión. Hay otras medidas que se van a plementar, como extender las guarderías infantiles para que las mujeres puedan mantener su empleo cuando termine su licencia de maternidad.
¿Este será el camino a seguir el resto de los países?
En gran medida las falencias son las mismas en todos los países. Claro que hay tres modelos distintos, pero los sustitutivos, que cierran el sistema público y lo reemplazan uno privado al estilo chileno, tienen los mismos defectos de diseño. Hay que tener en cuenta que el caso de Chile ha sido muy exitoso su economía, su estabilidad fiscal, el superávit y las altas tasas de creciento económico. El retorno de capital ha sido muy bueno, cosa que no ha ocurrido en otros países, donde puede haber más problemas. Además, el empleo informal en Chile, al igual que en Uruguay, es uno de los menores de Latinoamérica, mientras que en otros países, como El Salvador, Bolivia o Perú, el sector informal es enorme y es muy difícil extender la cobertura con esa estructura del mercado de trabajo.
Hemos hablado de fallos, ¿cuáles son las ventajas de los modelos mixtos y privados?
En prer lugar, se rompe el monopolio del sistema público, que también tiene aspectos positivos. Pero la falta de competencia tiene plicaciones en cuanto a eficiencia. Se le da libertad al asegurado para elegir, aunque no en todas partes. Por ejemplo, en El Salvador y en Bolivia no hay competencia que sólo hay dos aseguradoras. Pero México tiene 16 aseguradoras, Argentina tiene 11, Chile tiene 6. El asegurado tiene libertad para cambiarse de una a otra.
¿Hay suficiente información?
El desafío es contar con la información para saber cuál compañía es la mejor y tener calificación para, sabiendo cuál es la mejor, hacer esta elección. Las encuestas muestran que en Argentina, en Chile y en México el nivel de información es muy bajo. Una de las cosas que hace la nueva Ley de Chile es crear un fondo de cultura previsional para dar información y entrenar a los asegurados para que sepan cómo usar esa información.
¿Qué otras ventajas hay respecto de los sistemas públicos?
El procesamiento de las pensiones era muy lento y burocrático en los sistemas públicos. Como aquí hay cuentas individuales informatizadas, el proceso es muy rápido, pero hay sistemas públicos que también han sido buenos en eso, como el caso de Costa Rica, que está digitalizado todo el sistema público.
También el sistema privado incrementa la acumulación de capital. Sin embargo, la mayor acumulación de capital no está en los sistemas de ahorro obligatorio, que es como se llama a los privados, sino en los programas complementarios privados de Brasil. Estamos hablando de 150 mil millones de dólares, que es el doble de la acumulación del sistema privado de Chile. La rentabilidad del capital es superior, pero en mi últo libro demuestra que es silar en los países que tienen un sistema público con reserva.
Con tantos modelos en Latinoamérica, parece un sistema de experentación de cara a otras regiones, como Europa. ¿Es América Latina un referente?
Estoy cien ciento de acuerdo, es un referente y es un laboratorio social. Las reformas en América Latina pulsaron reformas en Europa Oriental, además del debate en los Estados Unidos, donde hubo un intento privatizar las pensiones. Ahí estaba José Piñera, el arquitecto de la reforma chilena, dando conferencias en todas partes. Francamente, creo que fue un error y me alegro que haya fracasado esa propuesta que estoy a favor de un sistema mixto, incluso para España: un sistema público que dé una pensión básica, y un sistema de pensiones complementario de corte privado, pero con distintas modalidades. Se puede aprender de los aciertos y de los problemas que se han enfrentado en el caso de Chile para no cometer los errores que se cometieron y para saber cómo orientas las reformas en España o en otros países de Europa.
El otro flanco de la previsión social, el seguro de salud, ha estado muy presente en las prarias de Estados Unidos, ¿cree que en la próxa legislatura se creará un sistema universal?
Es un escándalo. Estados Unidos es prácticamente el único país que no cuenta con un seguro nacional de salud y hay 50 millones de personas sin cobertura. Esto ha sido un tema muy fuerte en la campaña electoral, pero los dos proyectos más acabados son los de Barak Obama y Hillary Clinton. En mi opinión, el proyecto de Clinton es más completo que el de Obama que es universal. El plan de Obama tiene ciertos elementos de diseño que dejarían fuera a una parte de la población, pero cualquiera de los dos es mejor que lo que tenemos ahora.
McCain también tiene su propuesta…
Todos tienen su proyecto. Una cosa es el proyecto que se ha presentado al público y otra lo que finalmente saldrá. Eso se tiene que discutir durante la legislatura. Por eso sería muy tante no sólo la elección de un presidente demócrata, que tienen propuestas más elaboradas, sino también que ganen la mayoría en el Congreso, que entonces sería todo mucho más fácil.










