Mi amigo Juan, me contaba que esto de los acrósticos, es como lo de los agnósticos. Yo no lo sé hacer, y eso ni lo intento. Pero lo que me han contado, me hace lanzar mis melenas al viento…
Me encanta el sector sanitario.
Únicamente tiene un problema.
Ganar prestigio y realidad ante una sociedad mortecina y esperante.
A veces lo consiguen, aunque nunca lo digan.
Rara es la ocasión en la que se sale la puerta de atrás y se cierra la de delante.
Zapatero debería tomar cartas en el asunto de la I+D y nos premia con lo mejor de la Innovación.
A mí me confesó que lo habían cerrado antes.
Goles, a miles han metido la escuadra de la Industria.
O, era la escuadra
Recelos y más.
Recelos.
Incomprensiblemente lo pregunta todo.
Ni a sus más íntos ha contado que quiere vender.
Irreal como el surrealismo de sus lorzas.
La gusta que la comparen con los que saben.
La encanta que sus amigos prosperen en sus cuentas.
A veces lo hace mal, a veces peor.
Te ligaron con el cobro a Lamela del pasturrial y el lío que le armaste.
X menos una, son las veces que te han visto aparecer tu trabajo.
Espía de los lentos, de todos, de los suyos y de los míos, vendedor de humo.
Pistolas al viento para cenas de hambrientos.
Impresentable ser que corre detrás de la pasta, aunque se tiña de muerte.
Mis amigos son unos atorrantes… Escriben sin rubor, beben a morro, se pasan las consignas el forro, y se mofan de cuestiones tantes…
Esto no es un juego, esto es una puta vergüenza…
Uno: El trinconcete.
Dos: La gorrinilla.
Tres: El traidorcillo.
Cuatro: A desollar.
Perrea Perrea…
Baila el Txepi, Txepi…
Baila el Txepi, Txepi…
Pedro Aparicio Pérez
Director de prnoticias.com
