Durante el encuentro digital en Actualidad Informativa de elmundo.es SALUD, José Luis de la Serna, máxo responsable de Salud de la publicación, reflexionó sobre la información sanitaria. Por su interés lo reproducos a continuación.
Información sanitaria: mucho mejorar
José Luis de la Serna
La información que los medios de comunicación transmiten sobre salud y avances médicos atrae a la audiencia de una forma muy clara y, en opinión de voces autorizadas, puede influir en la toma de decisiones tantes en casos puntuales. Por esta razón, expertos en periodismo médico incluso han pedido en foros relevantes que aquellos que informan de salud estén muy especializados y demuestren su capacidad para abordar la gran complejidad que representa informar de biociencia a una sociedad con un nivel de cultura científica pobre.
Apenas existen equipos de solvencia probada que evalúen la calidad de las noticias de las áreas clásicas en las que están divididas los medios de comunicación. Sin embargo, y afortunadamente, las noticias biomédicas están siendo escrutadas, y desde hace ya años, con metodología científica grupos universitarios en Australia, Canadá, Inglaterra y EEUU. Tenemos, tanto, una base muy sólida para afirmar que los medios de comunicación tienen mucho que mejorar cuando hablan de biomedicina y más concretamente de la verdadera realidad de los tratamientos médicos.
El últo trabajo que prueba la baja calidad de las noticias médicas en la mayoría de los medios de comunicación de gran prestigio en EEUU se acaba de publicar en 'Plos Medicine' (la revista abierta en Intet del grupo Public Library of Science).
Es un estudio firmado Gary Schwitzer, director del programa de periodismo médico de la Universidad de Minnesota. Schiwtzer y su grupo responsables además de un web que debería visitar cualquiera que se dedique en serio a informar de salud (www.HealthNewsReview.org) han escrutado 500 retajes sobre intervenciones de salud que se publicaron o se emitieron en 50 relevantes medios de comunicación en EEUU a lo largo de dos años.
Utilizando una metodología previamente validada, los investigadores pudieron comprobar que sólo el 35% de las noticias evaluadas sobre salud y avances médicos pasaban el listón que divide un retaje médico publicado con todos sus matices de otro que olvida cosas muy tantes y/o magnifica efectos de productos con lo que se favorece más al científico que publicita su trabajo o a la empresa que comercializa el fármaco o el moderno aparato que a una amplia mayoría de pacientes.
Por otro lado, no hay que dejar de lado las razones las que el periodismo médico no ha alcanzado aún las excelencias que piden, con razón, los puristas.
En prer lugar, la biomedicina es una ciencia complicada que, además, se vuelve más compleja cada día. Se debe ser especialista senior para poder calibrar con una base sólida los matices que tiene cada estudio que se "vende" en una rueda de prensa, en un congreso o en una revista científica de altura.
En segundo lugar, se ha dicho varias veces, las claves del periodismo médico se enfrentan casi siempre a las del periodismo que se enseña en la Universidad. Habría que explicar bien a toda la sociedad cuáles son esas disparidades.
Por últo, conviene recordar que salvo algunas rotundas excepciones (El Mundo es una de ellas) no se ha potenciado demasiado en los medios de comunicación la existencia de áreas bien dotadas de medios para cubrir bien la salud y la biomedicina.
En cualquier caso, es bueno que existan organismos capaces de evaluar con rigor qué es lo que se está haciendo. Sabiendo en qué fallamos podremos, lo menos, intentar el remedio.










