Todos los conductores conocen los protocolos de actuación ante un accidente de tráfico, además de su obligación de prestar ayuda. Ahora bien, como, afortunadamente, no todos los días nos encontramos en carretera un siniestro, estos conocientos se van ‘oxidando'… Las Sociedades Española y Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y el Instituto de Formación Novartis ofrecen a los conductores consejos para actuar ante este caso.
No es cosa baladí, ya que el 70% de los traumatismos craneoencefálicos graves que ocurren en España se deben a los accidentes de tráfico, según los datos del Grupo de Urgencias y Atención Continuada de la semFYC. Por otro lado, el 30% de las muertes son potencialmente evitables, si el accidentado recibe una asistencia adecuada en lugar del siniestro.
Por eso es tan tante que los conductores, que normalmente son los que avisan a los servicios de emergencia, sepan cómo actuar para dar los preros pasos en la atención al accidentado: ponernos el chaleco reflectante antes de salir de nuestro coche y llamar al 112, para ofrecer todos los datos que nos pidan y actuar de la forma que nos indiquen son las actuaciones prioritarias.
Antes de acercarnos a los heridos, debemos guardar cierta precaución con nuestra propia integridad física, lo que es conveniente estacionar nuestro vehículo a unos 15 metros del siniestro, en un lugar con fácil acceso y sobrepasado el accidente, para que al acercarnos a él caminemos en sentido contrario a la circulación.
Los dispositivos de preseñalización del peligro se deben colocar como míno a 50 metros y visibles a 100 metros y es tante prestar atención a posibles letreros de mercancía peligrosa, así como apagar el motor de los vehículos accidentados y desconectar la batería.
En el caso de que, además, haya llamas, el vehículo se debe estacionar a una distancia superior a 50 metros y nunca debemos abrir el capó del vehículo siniestrado, pero sí quitar el tapón del depósito de gasolina, para evitar explosiones. Si utilizamos un extintor, éste siempre debe estar dirigido a la base de las llamas.
Una vez que nos aproxemos a los heridos, NUNCA debemos moverles si no es estrictamente necesario, ya que pueden sufrir una lesión cervical que puede ser agravada el moviento si éste es incorrecto. La causa más frecuente de muerte en traumatismos graves es la obstrucción de la vía aérea el deslizamiento hacia atrás de la lengua, lo que se puede evitar realizando la maniobra frentementón. Si pese a esta acción no hay respiración, se debe iniciar la reanación cardiopulmonar.
En caso de hemorragia externa la acción más correcta es aplicar compresión directa local sobre el punto sangrante y evitar la hipotermia, tapando y calentando al accidentado, tanto en verano como en invierno, ya que la hipotermia puede agravar su estado circulatorio.
Si bien en casos normales no se debe mover al accidentado hasta que llegan los servicios de emergencia para evitar agravar sus lesiones, existen situaciones extremas en las que es conveniente desplazarle, como en el caso de que haya peligro de explosión. En este caso, se debe mover a la persona como si fuera un único bloque de cabezatroncoextremidades, aproxando al máxo el peso al cuerpo, manteniendo los codos pegados al tronco y elevando el paso con las palmas de las manos.
Para agacharnos, debemos flexionar las rodillas en vez de la columna, que debe permanecer en posición vertical; si movemos a una persona entre varios, los movientos deben estar coordinados un líder.
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