preducación vial te acerca hoy un vehículo tado directamente desde Japón, no que sea esta la nacionalidad de su marca, que también, sino que se trata de un concepto del que allí saben mucho: el mayor número posible de prestaciones en el más míno espacio posible, de forma que se minicen los problemas para aparcar y los grandes atascos. Además, el alto índice de coches en las carreteras ha obligado a los fabricantes nipones a investigar en coches más eficientes y menos contaminantes, una circunstancia que se debería generalizar también aquí.
Al prer golpe de vista se nota que el Suzuki Splash es un vehículo para personas urbanitas e independientes: aunque probablemente su comtamiento en carretera sea correcto (lo permiten sus 65 cv de potencia en la versión más baja), el tamaño del vehículo lo hace perfecto para los desplazamientos diarios. Por otro lado, pese a las capacidades y la sensación de espacio del interior publicitadas la marca, es posible que se quede un poco corto para una familia de cuatro miembros.
Hecha esta salvedad, lo cierto es que el equipamiento del Splash no tiene demasiado que envidiar a otros coches más grandes y más caros: pese a que el ESP es sólo un elemento opcional ( el módico precio de 446 euros), de serie se incluyen seis airbags (doble delantero, doble lateral y doble de techo), aunque si los quieres de cortina tendrás también que pagarlos a parte.
Además, los cinturones delanteros incluyen pretensores y litadores de fuerza, mientras que los asientos traseros llevan anclajes Isofix. El ABS, la función de frenada asistida y el EBD (distribución electrónica de la fuerza de frenada) son otros de los sistemas de seguridad de los que te puedes beneficiar. Los peatones también pueden respirar más tranquilos, ya que el vehículo cuenta con un sistema específico de la absorción de energía en la estructura delantera.
Además del uso de aceros de alta resistencia en puntos críticos y zonas de deformación absorbente, la marca presume de haber realizado un ‘diseño con dinamismo, detividad y juventud, con un ambiente interior agradable y máxa utilidad en el uso diario'.
Todo esto se une a unas emisiones y consumos de lo más ajustados, lo menos que se podía esperar de un coche de este tamaño: la versión gasolina 1.0 (de 65 cv) consume alrededor de 5 litros cada 100 kilómetros, con unas emisiones de 120 gramos de CO2 kilómetro recorrido; mientras que la versión gasolina 1.2 (86 cv) emite unos 131 gramos de CO2 y consume alrededor de 5,5 litros a los 100 kilómetros.
También se puede elegir motorización diésel, con un consumo más ajustado (4,5 litros a los 100 kilómetros) y unas emisiones justas para evitar el puesto de matriculación (120 gramos de CO2 kilómetro recorrido, el máxo permitido). Con esta versión, la potencia es de 75 cv.
Pero una de las cosas que más peso tienen en la compra final de un vehículo (sobre todo ahora, con la actual situación económica) es el precio final, que en este caso ronda entre los 9.995 euros (gasolina 1.0 sin aire acondicionado) y los 13.995 euros (diésel 1.3).
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