Francisco Fernández es Director de Correo Farmacéutico y en su intervención hizo un balance entre promesas y expectativas en los medios de Comunicación de Salud… ¿coinciden? Habló del trabajo del periodista sanitario, sus principales fallos y las características del receptor. Fernández destacó este valor y sobre prometer y cumplir se preguntó si eran campos enfrentados. Aquí entra la ética del periodista y del medio en qué trabaja.
¿Cuál es el trabajo del periodista en este aspecto? 'Filtrar' la información una vez recibida y contrastada. Frente a esta práctica surge la polémica acerca de la conveniencia de que la industria relacionada con la Salud informe directamente al Paciente. Uno de los principales inconvenientes reside en la dificultad de la audiencia para discernir la información de la publicidad. El papel del periodista es hacer de puente entre empresa y público. Esa es su tarea y su obligación frente a la sociedad.
En este sentido, habló de los problemas que pueden llegar a generar las fuentes de información. El prero de ellos está relacionado con la disponibilidad, ya sea que no quiere estar disponible o que no es posible acceder a ella. El segundo obstáculo se presenta cuando un periodista inexperto o con poco conociento no reconoce los intereses de los intermediarios, como lobbies o las agencias de Comunicación que, aunque ofrecen información, se deben a su cliente. A esto, según Fernández, se unen las expectativas de los destinatarios en un ámbito ‘muy delicado'.
En este punto reflexionó sobre la actual situación de las redacciones periodísticas, donde en muchos casos se abusa de plantillas demasiado jóvenes, sin el suficiente conociento, mal pagadas, y que deben cubrir multitud de temas y muy diversos, lo que no les permite conocer bien sobre lo que escriben.
Para el director de Correo, los principales errores que cometen los periodistas del ámbito de la Salud son ‘la publicación de titulares reduccionistas, la selección desafortunada y la splificación de los datos, las traducciones inexactas, los intereses desprocionados que se manifiestan en un tratamiento excesivo de determinadas enfermedades en cuanto a espacio o tiempo y la generación de alarmas injustificadas o expectativas falsas'.
También los receptores son un eje fundamental en este proceso de Comunicación. De ellos se esperan determinados valores para que el feedback tenga sentido. Así, los profesionales deben tener en cuenta quién está al otro lado y hablar para él. No hacerlo ni para el médico, ni para la empresa, ni para él mismo.
Fernández señaló que a pesar de que es fundamental tener en cuenta las exigencias de la audiencia, los profesionales no deben doblegarse a ellas. Destacó el mayor conociento del público acerca de los temas sanitarios, en parte producido la facilidad de acceso a otras fuentes de información, especialmente a través de Intet, lo que ha provocado que sea más exigente con la información que recibe y este es un buen comienzo para que el periodista también lo sea con la información que emite.









