La mitad de los juicios rápidos que se celebran en España ya corresponden a delitos relacionados con la Seguridad Vial, según el fiscal delegado, Bartolomé Vargas. Sin embargo, la cárcel se perfila como la últa opción, lo que sólo el 0,26% de los condenados ingresan en prisión.
Desde el pasado 2 de diciembre, cuando entró en vigor la reforma de Código Penal, se han dictado 26.820 sentencias delitos relacionados con los excesos de velocidad, la conducción sin permiso y la alcoholemia. La Fiscalía espera que a lo largo de 2008 el número de procedientos se eleve hasta los 60.000 y lleguen a 50.000 las condenas.
A fecha del pasado 30 de junio, había en las cárceles españolas 1.741 personas cumpliendo condena delitos relacionados con el tráfico (que en la mayoría de los casos aparecían como agravantes de otros delitos), se habían producido 26.800 privaciones judiciales del permiso de conducir y 787 retiradas cautelares del carné durante la tramitación del procediento.
Del total de condenas, sólo 230 corresponden a delitos exceso de velocidad, un centaje reducido debido a que los límites puestos son muy altos, según el fiscal (200 kilómetros hora en carretera y 110 kilómetros hora en ciudad). Sin embargo, sí se ha notado un gran desarrollo de la picaresca para evitar las sanciones (dispositivos antirradar y modificaciones de la matrícula, en la mayoría de los casos).
