Mientras que esperamos la anunciada fusión entre Iberia y British Airways que les llevará a convertirse en la tercera aerolínea más tante a nivel mundial, para la compañía australiana del canguro, Qantas, las cosas no van tan bien. Más que ascender a los cielos, lo suyo están siendo los aterrizajes ‘forzosos'; un descenso que se está notando también en su agen de marca.
La garantía de seguridad debe ser el principal valuarte de cualquier compañía que se compromete a trasladar aéreamente a personas, pero esa cláusula no siempre se cumple. La australiana Qantas (sin presencia en España pero unida a Iberia la One World Alliance), realizaba el pasado lunes otro aterrizaje de emergencia tras abrirse una puerta en pleno vuelo, pero eso no es un caso aparte, tres días antes, otro avión de Qantas tuvo que aterrizar de emergencia en Filipinas después de que los ocupantes descubrieran un agujero en el fuselaje, a la altura de una de las alas.
Aún con todo, lo problemas de Qantas no sólo radican en cuestiones técnicas. Como ya anunciase en su momento la española Spanair, la aerolínea de las antípodas también se ha visto afectada la subida del precio del petróleo, y ha anunciado el despido de 1.500 trabajadores para reducir gastos, un recorte muy mal recibido los empleados, cuyos ingenieros llevaban en huelga desde hace tres semanas para pedir un aumento salarial.
Entre tanto, conocemos que el Director Ejecutivo de la empresa, Geoff Dixon, deja su puesto con motivo de la jubilación que ya anunciara en la Reunión General Anual del 28 de noviembre de 2.008, a su sucesor, Alan Joyce le tocará lidiar con tal bravo canguro. Ante este panorama, de poco sirve que la aerolínea del marsupial saltarín, haya prometido electricidad e Intet en todos los asientos de sus nuevos A380 que llegarán a finales de este año.
Seguiremos Informando…