La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, defiende que se respeten las normas del Comité Olímpico que piden que durante los juegos los detistas manifiesten opiniones políticas o religiosas.
Es cierto que en Pekín habría mucho que decir en cuanto a política, pero en el artículo 50.3 de la Carta Olímpica queda establecido que en ningún emplazamiento olímpico se permiten manifestaciones sobre cuestiones políticas o religiosas.
De la Vega ha recordado este artículo y opina que hay que respetar las normas de la familia olímpica, aunque cada uno tenga su forma de pensar. Los olímpicos tendrán que reservarse su opinión acerca del Gobierno chino, al menos mientras duren los juegos.
