El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, se acercó ayer a la Villa Olímpica de Pekín para transmitir a los detistas que forman parte de la delegación española la prohibición de hablar de temas políticos. Las reacciones no se han hecho esperar, siendo la prera la de la Asociación de la Prensa de Madrid, la cual considera ‘ilegal' tal obligación. Nos encontramos, quizá, ante las preras Olpiadas mudas.
Ya sabíamos todos que China es un país donde la censura y la violación de los derechos humanos están a la orden del día. Pero lo que no era de esperar era que los propios detistas tuviesen que vivirla en sus propias cas. Ayer, Blanco les transmitió la prohibición de hablar de cualquier tema político, algo que ha levantado ampollas en nuestro país.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, cree que ‘probablemente sea ilegal‘ prohibir a los detistas que participan en los Juegos Olímpicos de China hacer declaraciones de contenido político, según las palabras recogidas Servedia.
Urbaneja ha indicado que le parece ‘muy mal esta medida' y que es ‘claramente inotuna', ya que los detistas tienen el mismo derecho que el resto de los ciudadanos a ‘expresar sus opiniones'. Además, cree que ‘esto supone una conculcación del artículo 20 de la Constitución'.
Lo cierto es que estas Olpiadas no van a pasar inadvertidas para nadie. Lo triste es que, de momento, de lo único que se habla no es de dete, sino de censura y política. Esta misma mañana varios activistas han colocado pancartas cerca del Estado Nacional de China para pedir la libertad de Tíbet. Y todo ello durante la llegada de la llama olímpica a Beijing.