Con la subida del petróleo los transtes en general han subido sus tarifas antes del periodo vacacional, a la vuelta, volverán a subir los precios de los billetes de avión, pero esta vez, lo que parece una buena causa: reducirán las emisiones de CO2 bajando su velocidad. Lo malo es que además del precio del billete que aumenta, también aumenta el tiempo de llegada a los destinos elegidos.
Los biocombutibles, la optización de las rutas aéreas y la posible utilización de las rutas militares son sólo algunas de las propuestas que se están estudiando para tratar de reducir considerablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera y así cumplir los objetivos de la Unión Europea.
Aunque el ministerio que dirige Sebastián pretende reducir la velocidadal igual que planteara con las rutas terrestres para reducir sus costes y emisiones contaminantes, la verdad es que las grandes compañías aéreas llevan tiempo estudiando cómo disminuir el consumo de queroseno con los precios que están alcanzando últamente.
Entre otra medidas para optizar el combustible también se encuentran la renovación de las flotas para hacerlas más eficientes, lo que supondría una fuerte inversión para las aerolíneas que ahora no están pasando su mejor momento debido al precio del oro negro y sus dudas de si aplicar estos incrementos a las tarifas.
Por tanto algunas compañías aéreas no creen que este sea el mejor momento para emprender estas reformas ya que incidirían directamente en el consumidor que ahora además tendría que ver cómo sus viajes tardan más de lo previsto con la posibilidad de perder los enlaces estas demoras.
La idea está en la línea de las propuestas para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera pero realizarlas requiere de grandes inversiones en un momento en el que ciertas compañías están reduciendo plantilla o fusionándose para poder hacer frente a la escalada del oro negro.
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