¿Herramienta de seguridad disuasoria o fuente de recaudación? La sospecha de los conductores sobre la verdadera función de los Radares que controlan la velocidad es constante. Por ello, Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que ha dado a conocer un informe donde denuncia que sólo 139 de los 516 puntos de las carreteras controlados radares coincide con un Punto Negro, ha pedido que se rediseñe el mapa de Cinemómetros.
El informe analiza la incidencia que han tenido sobre los puntos negros de nuestras carreteras la plantación de radares fijos parte de la DGT en base a datos de este mismo organismo y revela que el pasado año se han producido en los 802 puntos negros de nuestra geografía, 3.289 accidentes con víctas, con un balance de 134 muertos y 5.269 heridos.
Estas cifras suponen un incremento del 6,5% en el número de accidentes sobre los ocurridos en 2006. Respecto del número de víctas apenas ha habido variación, pues se ha pasado de 5.398 5.403, aunque la reducción de las se ha reducido en un 21,6%. No obstante el número de puntos negros se ha incrementado un 7,1%, contabilizando 53 más que el año anterior.
Por comunidades autónomas, el estudio destaca que sólo Canarias (68,7%), Cantabria (87,5%), Baleares (75%) y Madrid (61,7%) cumplen con el umbral míno de coincidencia de situar al menos la mitad de los radares en un punto negro. Pero en comunidades como Aragón (8,3%); Castilla y León (11,8%); Castilla y la Mancha (10%); Extremadura (10,5%); La Rioja (0%) y Murcia (12,5%), la coincidencia es mína.
La mejor evolución la presentan ambos archipiélagos, ya que en el anterior informe destacaban ser comunidades con una altísa concentración de puntos negros sin que existiera ningún control fijo de velocidad. El caso de Navarra también es especial que en su territorio no se ha instalado ningún cinemómetro fijo, si bien durante 2007 no se ha contabilizado ningún punto negro.
La AEA ha señalado que con estas cifras pretende abrir el debate sobre la necesidad de rediseñar el mapa donde deben colocarse los puntos fijos de control de la velocidad, buscando siempre los puntos negros, con el objetivo de despejar cualquier sospecha sobre una posible intencionalidad recaudatoria.
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