MÉXICO D.F. (19/08/08) Ya lo señalaban diferentes informes, México es uno de los países más peligrosos de América Latina para ejercer el periodismo. Ahora se vuelve a confirmar. Y es que durante los últos ocho años ha habido un total de veinticuatro periodistas asesinados en México. Y esto no acaba aquí. Hay ocho informadores en paradero desconocido. Así lo ha denunciado una agrupación de organizaciones entre las que se encuentran Reteros sin Fronteras o la Sociedad Interamericana de Prensa. Representantes de esta agrupación han visitado el país a la hora de realizar este informe.
Uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Así definen a México multitud de informes realizados organizaciones no gubernamentales que luchan mejorar la situación de los informadores en el mundo y especialmente en América Latina.
Del nuevo continente, México es sin duda el más peligroso, seguido de países como Colombia, donde predomina el narcotráfico y la autocensura o Brasil. Así lo sitúa el informe elaborado de manera conjunta doce asociaciones, entre las que se encuentran Article 19, Reteros sin Fronteras (RSF) o la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Y es que representantes de esta coalición han realizado un viaje a México en abril de este año para entrevistarse con familiares y amigos de las víctas. Igualmente se han reunido con el presidente Felipe Calderón y el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
La conclusión está clara. Aleida Calleja, de la Asociación Mundial de Radio Comunitarias (AMARC) ha asegurado a Efe que ‘hay una falta de voluntad muy fuerte parte de las autoridades mexicanas' a la hora de solucionar esta serie de problemas. De hecho, denuncia que sólo el 1% de los casos de agresiones a informadores llega a ser tratado la justicia.
El informe señala que en México sólo se denuncia el 30% de los ataques realizados contra la libertad de expresión. De ellos, el 87% nunca llega a instancias judiciales. La causa no es otra que la pasividad. Y es que los familiares y víctas optan no denunciar ante la inactividad e ineficacia de la justicia mexicana.
Por su parte, a pesar de registrar sólo un asesinato, Perú cuenta con doscientas agresiones y amenazas a periodistas. Por otro lado está el caso de Argentina, donde la publicidad oficial es utilizada en ocasiones como arma arrojadiza o método de censura indirecta.
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