La empresa más grande del mundo de automóviles, General Motors, está sufriendo las duras consecuencias de la crisis. Tras el anuncio de despidos a principios de año y de unos resultados trestrales teñidos de rojo, con unas pérdidas de 15.500 millones de dólares, ahora GM ha decidido hacer recortes publicitarios y ha optado dejar de patrocinar la ceremonia de los Emmy y de los Oscar, de la cual llevaba 19 años patrocinando.
Y es que la mala racha que está atravesando el GM, a raíz de la crisis del sector automovilístico, es parable. El descenso de matriculaciones, las huelgas de fabricantes fueron algunos de los factores que provocaron un grave descenso en los beneficios de la compañía. A principios de agosto GM anunciaba una caída brusca en sus ingresos de los últos tres meses, que se traduce en unos 10.000 millones de euros. De esta manera, la compañía de Detroit sumaba cuatro trestres de pérdidas.
Ante tal ‘descalabro', al parecer a la compañía no le ha quedado más opción que retirar su máxo patrocinio. Dos de las galas más prestigiosas de EEUU, Emmy y los Oscar estarán despojadas de cualquier grafismo e agen de General Motors. Según ha informado el diario digital The Guardian, GM ha sido hasta la fecha el principal anunciante de ambas galas: el año pasado la empresa automovilística realizó una inversión de 13,5 millones.
Una medida que se cobrará una vícta directa: la cadena que se encarga de retransmitir los premios de la Academia del Cine de EEUU, ABC, la cual se había beneficiado del contrato que contrajo 11 años con General Motors, que supuso la compra parte de la empresa americana de un espacio publicitario durante la retransmisión de los Oscar valor de 110 millones de dólares, según los datos que maneja TNS Media Intelligence.
Así mismo, el contrato con la ABC era en exclusiva, e pedía a otras casas de coches anunciarse en la retransmisión de la gala, lo que habrá que esperar si hay alguna otra marca en realizar tal inversión de patrocinio.
Estamos pues ante el fin de un casi histórico patrocinio derivado de las consecuencias de la crisis, que ha pisado hasta la alfombra roja más glamorosa del mundo, dejando vacío un espacio que ya contaba con 19 años de historia.
