El accidente acaecido ayer en Barajas llenó de miedo y nerviosismo a todos los que, una razón u otra, se encontraban en el aeródromo en el momento del siniestro. Por ese motivo, durante el día ayer, en la farmacia instalada en la Terminal2 del aeropuerto se disparó la demanda de tranquilizantes.
El nerviosismo de los pasajeros y tripulantes de diferentes compañías aéreas tras el accidente de un avión de Spanair ha disparado la demanda de tranquilizantes en la farmacia de la terminal 2 (T2) del aeropuerto madrileño de Barajas.
En esta terminal, donde opera la compañía propietaria del avión siniestrado, los trabajadores de su farmacia han tenido que despachar calmantes y ansiolíticos a pasajeros que tenían que volar con Spanair y a la tripulación de otras compañías, han explicado a Efe trabajadores de este estableciento.
De hecho, los trabajadores de esta farmacia y de otras existentes en el reciento del aeropuerto han declarado que durante la jornada de ayer y lo que va de hoy, las boticas de Barajas han multiplicado cuatro las ventas de tranquilizantes en relación alas ventas de un día normal, sin incidencias.
La conmoción que ha causado el accidente, en el que han muerto 153 personas, ha alcanzado también a una joven que se ha acercado a la farmacia que horas más tarde volaba con la compañía al mismo destino que tenía previsto el avión accidentado, Las Palmas de Gran Canaria.
Entre los pasajeros que se han congregado en la T2 se encontraban unos jóvenes que no pudieron coger el vuelo JK5022 debido al overbooking y que protestaron este motivo.
Después, al conocer el siniestro, agradecieron esta circunstancia.
