Familiares y seres queridos de los fallecidos en el accidente de ayer en Barajas se enfrentan ahora con una nueva realidad que poco a poco deberán ir asumiendo. En estas preras horas de luto cientos de psicólogos les acompañan en IFEMA para que expresen su dolor y no descuiden sus necesidades básicas.
Entre los 300 psicólogos de la Cruz Roja, los 170 técnicos especialistas en el área psicosocial de la organización y otros compañeros del Samur, emergencias de Madrid y del Colegio de Psicólogos que acompañan a los familiares de los fallecidos se encuentra Miquel Lizarralde, miembro del ERE psicosocial del País Vasco de Cruz Roja, que ha hablado con prsalud.
Lizarralde ha destacado que a pesar del estado de shock en el que se encuentran muchos familiares, las reacciones de los afectados son ‘normales y lógicas de un proceso de duelo', lo que no se ha detectado ninguna reacción patológica.
Tras el fuerte pacto de la noticia, los nervios no conocer el paradero ni el estado de los familiares, deben asumir lo ocurrido para posteriormente llevar el duelo propio de cualquier muerte de un ser querido, sea traumática o no.
En este ambiente doloroso, el principal trabajo de estos profesionales es vigilar que los afectados no abandonen los hábitos de higiene y alentación. Así, se preocupan de que se alenten, beban abundantes líquidos y que sobre todo intenten dormir. También procuran que expresen su dolor y sean conscientes de que ‘estar triste, bloqueado o llorar' es algo natural. También les ayudan a gestionar lo que les pidan.
En cuanto a las personas que deben identificar a los familiares, los psicólogos intentan concienciarles, según Lizarralde de que ‘lo que van a ver no es el recuerdo que tienen de su familiar'. Después, esperan a que vean al fallecido y a que liberen las emociones tras el duro trago.
Por el momento, este especialista señala que todavía no se puede determinar si los afectados necesitarán ayuda psicológica adicional en el futuro.
