La sociedad conoce los nocivos efectos del tabaco, y sin embargo muchas personas se resisten a abandonar esta práctica, especialmente las personas que trabajan en profesiones más solitarias y con frecuentes tiempos muertos. Dejar de fumar no es un acto fácil y los profesionales sanitarios son conscientes de ellos, eso inciden en la tancia de que acudan a sus consultas. Estos temas serán algunos de los puntos que se abordarán hoy y mañana durante las charlas sobre tabaquismo ‘Tabac o vida' que se celebran en Barcelona.
Estas jornadas, a las que están invitados todos los fumadores interesados en abandonar el tabaco pueden acercarse para profundizar sobre la prevención y el tratamiento del tabaquismo, en esta edición organizada la Sociedad Catalana de Seguridad y Medicina del Trabajo (SCSMT) y el Instituto Metropolitano del Taxi.
El objetivo de estas jornadas es, según el presidente de SCSMT, Pere Plana, que los trabajadores con dependencia a los cigarrillos conozcan que ‘hay determinadas circunstancias que propician el tabaquismo' pero que al mismo tiempo ‘existen formas de evitarlas y maneras eficaces para dejar de fumar'.
Asismo, apunta que la doble dependencia que genera la nicotina, tanto psicológica como física, provoca que la ayuda de terapias farmacológicas sean ‘necesarias'. De este modo, el doctor es el que ‘motiva al paciente' y decide ‘que tratamiento es el mejor para su caso'.
En este sentido, el doctor de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de Bellvitge, Sergio Morchón, apunta que el papel del médico no sólo es tante en el momento de recomendar un tratamiento para dejar de fumar, sino que su ayuda ‘es crucial durante todo el proceso' ya que el especialista ‘controla todos los factores personales o ajenos que pueden influir en la persona que quiere dejar de fumar'.
Según Morchón, el fumador debe tener una intención clara para dejar de fumar, que si no el proceso no puede acabar de manera exitosa. En el caso de que el paciente no tenga la suficiente motivación o la pierda en algún momento, el médico puede procionarle los motivos suficientes para que no abandone el tratamiento.
Los expertos coinciden en afirmar que los tres pilares básicos para que una persona deje de fumar son la motivación, la ayuda médica para seguir un proceso farmacológico y no abandonarlo y en tercer lugar la llegada de tratamientos cada vez más eficaces.
