Los Juegos Paralímpicos de Pekín han dado hoy fin tras 11 días de espectáculo en los que China ha liderado, al igual que en Atenas, el medallero y España ha conseguido la déca posición con 58 metales, de los que 15 fueron oro, 21 plata y 22 bronce. El pueblo chino ha mandado sus mejores deseos a estos detistas para el futuro y ha cedido el testigo paralímpico a Londres.
De los 15 detes en los que hubo presencia española, detistas de seis de ellos regresarán a casa con alguna medalla: atletismo, boccia, ciclismo, judo, natación y tenis de mesa.
Como en la gran mayoría de las ediciones de Juegos Paralímpicos, la natación fue la principal fuente de éxitos de España, con un balance de 31 medallas (10 oros, 12 platas y 9 bronces) y el sexto puesto en esta disciplina.
Además, el Cubo de Agua seis nadadores españoles consiguieron ocho nuevos récord del mundo, hazaña alcanzada Teresa Perales (50 y 100 metros libre), Enhamed Enhamed (50 libre y 100 mariposa), Richard Oribe (200 libre), Jesús Collado (400 libre), Ricardo Ten (100 braza) y Sara Carracelas (50 espalda).
El ciclismo ha reunido tres oros, cinco platas y tres bronces; el judo finalizó con un oro, una plata y un bronce; la boccia cosechó una plata y dos bronces; el tenis de mesa contribuyó con una plata y dos bronces y el atletismo acabó con un oro, una plata y cinco bronces.
Los detistas más laureados en esta edición han sido los nadadores Enhamed Enhamed y Teresa Perales al obtener cuatro y tres oros, una plata y un bronce, respectivamente. Perales ha sido además la atleta que más se ha subido al podio, en cinco ocasiones.
Además, los nadadores Enhamed Enhamed, Richard Oribe y Sebastián Rodríguez y los ciclistas Javier Ochoa, César Neira, Roberto Alcaide y Juanjo Méndez consiguieron cuatro medallas; los atletas Abderrahman Ait y Eva Ngui y el jugador de boccia Manuel Ángel Martín dos cada uno. Los nadadores Jesús Collado y Ricardo Ten; los ciclistas Christian VengeDavid Llauradó (tándem) el atleta David Casinos y la yudoca Carmen Herrera han obtenido una medalla.
La máxa ganadora, al igual que en los Juegos Olímpicos fue China, que ha reunido 209 medallas, con 88 oros, 69 platas y 52 bronces. En segundo lugar se sitúa Gran Bretaña con 102 metales (42 oros, 29 platas y 31 bronces); Estados Unidos que consiguió 99 medallas (36, 35 y 28), Ucrania con 73 (24, 18 y 31) y Australia 79 (23, 29 y 27).
Sudáfrica dio la sorpresa al conseguir el sexto puesto con 30 metales (21, 3 y 6) y se situó delante de Canadá con 50 medallas (19, 10 y 21), Rusia 43 (18, 23 y 22), y Brasil con 47 (16, 14 y 17).
Los Juegos Paralímpicos han llegado a su fin, y el pueblo chino ha querido despedir a los atletas todo lo alto. Después del desfile de los abanderados de todos los países participantes, los seis nuevos representantes del Consejo de detistas del Comité Paralímpico Internacional, entre los que se encuentra la nadadora Teresa Perales, entregaron flores a un grupo de voluntarios en reconociento a su labor.
El espectáculo audiovisual empezó con el sonido de una campana que acompañó al creciento de pétalos amarillos en el césped del estadio, que reflejaban en caracteres chinos y con letras en inglés el principal mensaje de la ceremonia: ‘una carta para el futuro'.
Millones de pétalos rojos caían entonces desde lo alto del ‘Nido de Pájaro', en señal del respeto de Pekín los detistas, y un gran grupo de chicas se situaron en el césped dibujando la forma de un sobre, con el que Pekín desea suerte al mundo entero.
Después de casi una hora de espectáculo, el presidente del Comité Organizador de los Juegos de Pekín 2008, Liu Qi, recordó que más de 4.000 detistas procedentes de 147 países participaron en los Juegos Paralímpicos, que concluyeron con 279 récords del mundo y 339 plusmarcas paralímpicas.
Qi agradeció la colaboración de los voluntarios y a todos cuantos han contribuido al desarrollo de los Juegos, y comentó que gracias a éstos, unas 300.000 personas con discapacidad de Pekín están ahora más integradas en la sociedad.
Posteriormente, se arrió la bandera paralímpica, que el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Phil Craven, cedió al alcalde de Londres, Boris Johnson. Tras estos actos, la llama paralímpica se fue apagando lentamente mientras una niña cantaba en lengua de signos.