La artrosis merma la calidad de vida y aunque no se conoce ningún tratamiento efectivo, en ocasiones la cirugía mejora el diagnóstico. En este caso, se apuesta la artroscopia.
El problema es que no todos los profesionales sanitarios dominan esta técnica. Por eso Pfizer en colaboración con Stryker ha organizado un taller en el que han participado más de 40 jóvenes médicos residentes y adjuntos.
Así, esta sesión ayudará a los médicos residentes de los últos años a iniciarse en este procediento en cuanto a lesiones sples meniscales o ligamentoplastias.
Según el jefe de servicio de COT del Hospital Universitario de Getafe y director del curso, Fernando García Navarrete, ‘los residentes no suelen hacer un número suficiente de artroscopias debido al gran número de patologías'.
El artroscopio es un instrumento, parecido al endoscopio, que permite observar la articulación y lo tanto realizar tanto el diagnóstico como la cirugía correspondiente. Con este método, se realiza una prera incisión, mína, a través de la cual se introduce una cámara de televisión, y otro segundo corte para el instrumental.
Para Navarrete, ‘esta técnica reta grandes beneficios en articulaciones como la rodilla, al ser muy poco agresiva ya que las incisiones son mínas traduciéndose en estancia corta en el hospital que a veces no llega a un día'.
De este modo, como explica el doctor, ‘con sólo dos incisiones se resuelven en la mayoría de los casos graves problemas que antes requerían abrir toda la articulación con incisiones tantes y que conllevaba estancias de varios días en el hospital.
Por su parte, el doctor y director del área médica de Pfizer, Juan Álvarez, considera que este curso ‘responde a una necesidad latente' y añade que los profesionales ‘tienen que estar formados en esta patología, que es la más prevalente de todo el aparato locomotor y es la prera causa de incapacidad laboral permanente'.









