La accesibilidad a los medios de comunicación parte de todos los miembros de la sociedad no es todavía una realidad, aunque está claro que ha mejorado desde los años noventa, cuando la cadena catalana, TV3, decidió incluir prera vez en la historia subtítulos en su programación. La publicación del informe sobre el grado de cumpliento de servicio público de TVE ha vuelto a sacar a la luz este problema debido a que el acceso a la información y al ocio es un derecho del que no todos pueden disfrutar. Prsalud se ha puesto en contacto con varias asociaciones de pacientes para que expliquen sus quejas y propuestas.
En este estudio se demuestra que a pesar de la función de servicio público que debe cumplir TVE, el 62,7 ciento de los espacios televisivos no cuenta con subtitulación o con acceso a la audiodescripción para personas sordas, y ningún espacio posee las dos herramientas a la vez.
Los programas más accesibles son los de ficción, que tiene alguno de los dos métodos para personas ciegas o sordas, con un 64,4 ciento, seguidos de los concursos, con un 43,8 ciento y los espacios informativos, con un 35,8 ciento.
En el extremo opuesto se encuentran los programas de continuidad, de los que ninguno cuenta con alguno de las dos opciones para convertir el espacio en accesible. En segundo lugar están los musicales, con tan sólo el 0,5 ciento de los espacios, seguido de los servicios religiosos, con 0,9 y de los detes, con 1,7 ciento.
Previo a la publicación del informe, el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo, solicitó en el Congreso el pasado 27 de septiembre el desarrollo de una legislación que obligue a los medios audiovisuales a emitir con subtítulos, con lengua de signos o con audiodescripción.
Asismo, señaló que esta petición no es algo posible ya que las televisiones accesibles para personas discapacitadas ‘funcionan desde hace varios años en países como Estados Unidos, Gran bretaña o Francia'.
Por otro lado, advirtió de la posibilidad de que la plantación de la Televisión Digital Terrestre (TDT), prevista para 2010, puede suponer ‘un retroceso para las personas sordas o ciegas' ya que las actuales condiciones de la televisión digital ‘piden que las personas con discapacidad sensorial y física puedan interactuar con los terminales receptores'.
Los afectados, aunque son conscientes de que la televisión ha mejorado y que el completo acceso es difícil, apuntan que el acceso a la información es un derecho de todos los ciudadanos, y la sociedad debe poner los medios necesarios para que todas las personas puedan disfrutar de ella, en una era que ha sido calificada como la de las telecomunicaciones.
