Nuestro gasto sanitario anual en productos sanitarios asciende a 129 euros per capita, seis puntos centuales debajo de la media europea. Así se ha puesto de manifiesto en el seminario 'La Tecnología Sanitaria en España: presente y perspectivas de futuro'.
Dicha jornada ha sido pulsada la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y la Fundación Tecnología y Salud y cuenta con el aval de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS).
Esta cifra sitúa a España en la mitad de la tabla del gasto en tecnología sanitaria de los países europeos, detrás de Alemania, Francia, Noruega, Países Bajos, Suiza o Dinamarca, que superan la media europea. Además, según recoge el informe ‘El pacto de las tecnologías sanitarias sobre el gasto: evidencia y políticas públicas' elaborado la Fundación Tecnología y Salud y el Centre de Recerca en Economia i Salut (CRES), de la Universidad Pompeu Fabra el mercado español de tecnología sanitaria concentra el 9,1% de la facturación del mercado europeo con un gasto de 5.500 millones de euros, datos que le sitúan en el quinto puesto en Europa.
Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, afirma que ‘el pacto sobre el coste sanitario no depende tanto del número de individuos que superan una cierta edad, sino del número de muertes, ya que el gasto sanitario se concentra en el periodo final de la vida de las personas'. Además señaló que la demografía pulsa el creciento del gasto sanitario, debido a la variación de la estructura de edades y al aumento de la población. En este sentido, el informe concluye que la principal causa del aumento del gasto sanitario no reside en el envejeciento o el aumento de la población, sino en el hecho de que la población utiliza cada vez más los servicios sanitarios fruto del avance tecnológico y el cambio en las prácticas clínicas.
Por su parte, Francisco Álvarez, presidente de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular, ha puesto de relieve la tancia creciente de la tecnología en los últos años ya que ‘ha permitido dar un vuelco absoluto en todas las áreas de la medicina, que se ha traducido en prácticas clínicas más seguras, más rápidas, más cómodas para el paciente y con un costeefectividad mucho mayor'.
De la misma opinión es Javier Colás, presidente de la Fundación Tecnología y Salud que explica que ‘en los últos diez años, la tecnología sanitaria ha sido decisiva para el aumento de la esperanza de vida de los españoles, a la vez que los cambios organizativos y de recursos que se han producido en el Sistema se deben en gran parte a la aparición de nuevas tecnologías'. Y en paralelo, un informe de la Comisión Europea de 2005 destaca que el incremento de un 10% de la esperanza de vida puede traducirse en un creciento del 0,35% del PIB y que, hasta 1998, España obtuvo un retorno de la inversión en salud del 252%.
Además, numerosos estudios muestran que una utilización apropiada de las innovaciones tiene un pacto muy tante en la reducción de la morbilidad y mortalidad registrado en las últas décadas, así como a mejorar la eficiencia en la gestión del sistema sanitario y aumentar la productividad laboral, al reducir el absentismo y los periodos de inactividad.
Y no sólo eso sino que según indica el informe, las mejoras en la salud dependen no sólo de la disponibilidad de nuevas tecnologías, sino de que éstas se empleen de forma adecuada y eficiente.
Finalmente, los expertos consideran que el sistema sanitario del futuro se orientará hacia una mayor responsabilidad del individuo en la gestión de su salud, centrándose en el manteniento de la salud y la prevención de la enfermedad, situación en la que se deberá establecer un correcto equilibrio entre las tecnologías orientadas al diagnóstico, las de utilidad terapéutica y las vinculadas a la prevención y manteniento de la salud de la población.
