Un estudio de la Clínica Baviera revela que uno de cada cuatro conductores malagueños tiene problemas de visión. El 46% de no se revisa la vista periódicamente, aunque el 100% considera que de hacerlo se reduciría el índice de accidentes en las carreteras. Bajo esta premisa se apuesta una mayor frecuencia en la revisión ocular.
La intolerancia a la luz, es decir, cuando uno tiene que cerrar los ojos ante la claridad; problemas para leer carteles a 250 metros; sequedad en los ojos, ya sea el uso de lentillas o las alergias; vista cansada…Si tiene algunos de estos síntomas seguramente tengan algún problema de visión y es entonces cuando la conducción se puede convertir en un peligro, tanto para el conductor como para el resto de viandantes.
Un estudio elaborado la Clínica Baviera en colaboración con la Dirección General de Tráfico demuestra que uno de cada cuatro conductores malagueños se pone ante el volante a pesar de tener problemas de visión. Además, el 34% de los revisados en centros médicos homologados necesitan lentes correctoras. Un centaje que aumenta a partir de los 40 años, donde lo necesitan el 50%.
En muchos casos, el carné de conducir se renueva cada diez años, un periodo excesivo en lo que a la salud se refiere y en el que nuestra vista se suele deteriorar sin el conociento parte de los conductores. Antonio Cantero, secretario del Colegio Andaluz de Ópticos y Optometristas, afirma que en una década se pueden producir muchas alteraciones de la visión y al final ‘está en manos del conductor hacer revisiones ópticas o no'.