La situación es insostenible. En Moncloa están dispuestos ya a tomar decisiones contundentes. Y es que ya no aguantan más los ataques de la SER al Gobierno, una radio vital para los intereses socialistas.
Ya no se trata de algún conductor de programa enfado alguna cuestión personal sino que se ha establecido una línea de opinión asentada y crítica dentro de la cadena contra el zapaterismo que está tomando cuerpo. Dentro de la SER hay tantes dirigentes que consideran que ha llegado el momento de poner tierra de medio en su histórica alianza con el socialismo que se reivindica la independencia periodística y la libertad de su línea editorial. La corriente empieza a enraizar en la propia redacción y entre los periodistas de a pie que quieren dejar atrás la anterior legislatura y, sobre todo, la época felipista.










