Las terapias habituales utilizadas para combatir la artritis reumatoide estaban en cierta manera cuestionadas su asociación con el desarrollo de algunos tumores, pero expertos lo han desmentido durante la Reunión Científica Anual del American College of Rheumatology.
Los antagonistas del TNF (también llamados biológicos) son una clase de fármacos utilizada desde 1998 y que se han suministrado aproxadamente a más de 600.000 personas en todo el mundo. Estos medicamentos se administran para reducir la inflamación al interferir con las sustancias biológicas que causan o empeoran la inflamación.
Hasta este momento no estaba claro si el bloqueo del factor de necrosis tumoral se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar cáncer en pacientes con artritis reumatoide. Algunos estudios han demostrado una asociación entre esta patología y ciertos tipos de cáncer, como el de pulmón, aunque las razones de este incremento del riesgo son inciertas.
Investigadores y reumatólogos españoles crearon un registro de terapias biológicas llamado BIOBADASER, que comenzó a utilizarse en 2001 con el que realizar un seguiento a largo plazo de la seguridad de estas terapias, concluyendo que no existía una relación real entre el tratamiento y la aparición de tumores.
En este sentido, la directora de la Unidad de Investigación de la Fundación Española de Reumatología (FER), Loreto Carmona, ha afirmado durante la celebración del Congreso que ha tenido lugar este fin de semana en San Francisco (California). que ‘a pesar de los temores previstos, el bloqueo del factor de necrosis tumoral no hace que los pacientes sean más propensos a desarrollar cáncer'. Por el contrario, ha apuntado que este bloqueo ‘puede ayudar a disminuir el riesgo global de cáncer en estos pacientes'.
