En la Tierra a miércoles, diciembre 17, 2025

‘NO HAY MAL QUE…’

carlosdiazguell2007.jpg

 

Puede parecer una frivolidad que en estos momentos de turbulencia e incertidumbre uno se dedique a escribir sobre cuestiones colaterales, en un intento de poner de manifiesto que, como dice el viejo aserto, no hay mal que bien no venga y que las profundas crisis económica y financiera que asolan a este país y con él al resto del planeta, tienen su lado bueno, aunque ello no deja de ser una gota en un océano de perdidas de puestos de trabajo, hipotecas sin pagar, morosos doquier, cierre de empresas y miseria.

Con la que esta cayendo, algunos ayuntamientos anuncian que no tienen ni para pagar las nóminas de los funcionarios y algún alcalde como el de Madrid decide recular y aplazar su proyecto estrella el eje PradoRecoletos en espera de tiempos mejores.

Justo castigo a su perversión, mantenida durante años, de gastar lo que no tenían y gastar en lo que no era ni de lejos necesario. Y aquí uno piensa en la cantidad de dinero tirado y malgastado esos ayuntamientos manirrotos  y pervertidos que creían que el maná de Europa, del creciento permanente, de las tasas municipales o de los tributos autonómicos, era como la maquina del moviento continuo; que nunca se iba a parar.

Pero la máquina se paró. Y llegó el punto final a esa estúpida política de nuestros ediles consistente en ponerse estupendos y en gastar gastar, en construir polidetivos cubiertos o no  en pueblos cuyo número de habitantes no lo requerían; en construir piscinas junto a maravillosos ríos en zonas cuyo cla pide  bañarse más de un mes al año, y en incorar un mobiliario urbano hortera, innecesario y caríso, en donde las esculturas del barrendero de bronce y de vaya usted a saber, "decoran" y reparten mal gusto los rincones de cientos de municipios españoles. Y entre medias, palabras de políticos hablando de "arte", mucho "arte", "arte" entre comillas y totalmente prescindible, y plazas y más plazas alicatadas hasta el techo. Todo un proceso de mal gusto y de amiguismo que produce asco.

En los últos años, este país se ha convertido en un inmenso museo al aire libre totalmente prescindible y no hay municipio que se precie, ni rotonda que merezca tal nombre, que no incore "obras de arte" que nunca se confundirán con el paisaje y que seguro que son la expresión artística de una mente sensible. No está claro que los ciudadanos agradezcan este exceso de las autoridades municipales y de otros ámbitos, pero los que si que deberían crear una escultura de homenaje y reconociento a los alcaldes son los que han hecho un fenomenal negocio con ese tipo de actuaciones.

Bienvenida crisis, aunque tendría que haber llegado con años de antelación y nos hubiéramos ahorrado lo que no esta escrito. Ahora los alcaldes  lloran pidiendo fondos y argumentando que son la quintaesencia de la democracia directa y los que mejor conocen las necesidades de los ciudadanos. Pues hala, a ver lo que hacéis ahora además de sangrarnos a puestos y tasas. Mi recomendación, suprir de una vez todas el título paleto de "Excelentiso" que acompaña su presencia publica en marquesinas, folletos, autobuses y contenedores de basura y aterrizar en la realidad de una vez todas,  que el Alcalde de Zalamea solo fue una obra de Calderón y vosotros solo sois representantes y no protagonistas de la historia.

Carlos Díaz Güell es vicepresidente ejecutivo de Serfusión

NOTICIAS RELACIONADAS

Relacionados Posts

Premiados de la XX edición de 'Los mejores de PR'

Noticias recientes

SUSCRÍBETE

Suscríbete a nuestro boletín y no te pierdas las noticias más relevantes y exclusivas.