Se les conoce como ‘guardias dormidos' pero en realidad son reductores de velocidad y bandas transversales de alerta que son instalados los diferentes Ayuntamientos para controlar la velocidad en las ciudades. Desde hoy, deben instalarse de acuerdo con la nueva normativa aprobada recientemente el Ministerio de Fomento. Se pone fín así a su colocación arbitraria.
Automovilistas Europeos Asociados (EAE) se ha mostrado conforme ante la nueva normativa que entre en vigor desde hoy. Y es que cientos de Ayuntamientos pueden ser sancionados no adaptar los reductores de velocidad a la nueva normativa de Fomento.
Hasta la fecha, se han ido instalando reductores de velocidad cada vez con mayor frecuencia y al libre albedrio. Según EAE, se convertían, muchos de ellos, ‘en verdaderos obstáculos, muy peligrosos para los automovilistas'. De hecho, una de las peticiones que se venían realizando desde Automovilistas Europeos Asociados era precisamente que desde Fomento se elaborase una normativa para terminar con esta ‘alegalidad'. Y es que estos reductores ponían en peligro, en muchas ocasiones, la seguridad de los conductores y de los vehículos.
Según el presidente de AEA, Mario Arnaldo ‘el art. 5 del Reglamento General de Circulación convierte en obstáculos prohibidos los resaltos en pasos de peatones y las bandas transversales que no cumplan con la normativa básica del Ministerio de Fomento'.
Actualmente, estos reductores de velocidad son conocidos como ‘guardia dormido', obstáculos físicos que se colocan en la calzada con el fin de obligar a los conductores a reducir la velocidad. El modelo aprobado Fomento consiste en un plataforma trapezoidal de 10 centímetros de altura como máxo, construida en hormigón o material asfáltico, con un máxo de 4 metros de largo y unas rampas de subida y bajada de entre 1 y 2,5 metros, dependiendo del límite de velocidad existente (1 metro para límites de 30 Km.; 1,5 mts. para 40 Km. y 2,5 mts. para velocidades de 50 Km.).
