La personalidad, circunstancias vitales, estado emocional y motivaciones básicas son las premisas podemos diferenciar cuatro tipos de Kamikazes según su salud mental. El estudio ‘Salud Vial, ¿El conductor a terapia?', de Attitudes, iniciativa social de la marca de coches Audi, los divide en: pirados, frustrados, egoístas y hedonistas. Dichos conductores ponen en riesgo su vida y la del resto de personas al volante. A continuación pasamos a enumerar alguna de sus características y cómo diferenciarlos.
¿Cómo podemos definir a un kamikaze? Se trata de aquella persona que conduce de forma temeraria y con alto riesgo de sufrir o provocar un accidente, asustando o causando miedo y temor a los demás conductores. ¿Cuántas veces habremos oído en las noticias informaciones sobre conductores que circulaban en sentido contrario una vía de un único sentido de manera intencionada?
El estudio ‘Salud Vial, ¿El conductor a terapia?', realizado Attitudes, nos hace afirma que la palabra kamikaze tiene sus orígenes en los traductores estadounidenses, quienes empleaban esta palabra, de origen japonés, para hacer referencia a los ataques suicidas realizados los pilotos de una unidad especial de la Armada Imperial Japonesa contra los barcos aliados que navegaban el Océano Pacífico. Volviendo al significado que se tiene hoy en día de dicha palabra, ésta hace referencia a cualquier tipo de ataque suicida y también alude a aquellos que asumiendo un riesgo considerable emprenden acciones ‘con escasas probabilidades de éxito, o arriesgados', bajo la que se pone en riesgo su vida y la del resto. El estudio diferencia cuatro tipos de kamikaze haciendo especial hincapié en su salud mental:
‘Kamikazes pirados'. Se refiere a aquellas personas prudentes, que de forma ‘irreflexiva e inexcusable arrastran peligros sin mayor fundamento, razón o motivo alguno'. El estudio, además, muestra que se trata de personas que tienen una conducción arriesgada, atrevida y audaz.
Por otro lado, hay que distinguir al ‘kamikaze frustrado', que son aquellas personas ‘desequilibradas a las que una constelación de factores ambientales o circunstancias personales les ha llevado a sentir un profundo desprecio la vida. Hay una decepción con el entorno y rabia contenida, señala el mencionado estudio.
En tercer lugar, están los ‘kamikazes egoístas'. Son aquellos conductores que pueden tener problemas de adaptación o de personalidad. En definitiva, tiene un comtamiento antisocial, con desprecio y violación de los derechos de los demás.
Para finalizar estarían los ‘kamikazes hedonistas'. Estas personas buscarían el riesgo como una forma de excitación. Se trata de una sobreestulación que necesitan para sentirse bien. El peligro hace que les suba la adrenalina y conducen de forma temeraria para lograrlo.
Estos cuatro tipos de kamikaze entrañan un gran peligro tanto para el conductor como para el resto de personas que se encuentran en la vía. Por otro lado, hay que distinguir entre aquellos que conducen voluntariamente de una forma suicida de conducir y los que conducen de manera temeraria sin la idea de causarse daño a sí mismo pero sí con la idea de ocasionarlo en los demás, a costa de exponer su propia vida. En el prer caso, la decisión es tomada en ese mismo momento y la persona se encuentra mentalmente preparada para morir. En el segundo caso puede haber un desprecio a la sociedad, el deseo de ponerse a prueba o el sple objetivo explícito de herir.
Según el estudio de Attitudes, en estados de desequilibrio emocional o sufriento, ‘la conducción temeraria puede llegar a convertirse en una forma desadaptativa de hacer frente a estos problemas'.
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