La situación española de telecomunicaciones de competencia en servicios, alquilando la red a otros, disminuiría el esfuerzo inversor en redes. Eso ha sucedido en los mercados de telecomunicaciones de EE.UU., Holanda, Corea del Sur y Chile, según un estudio realizado ENTER. En todos ellos se ha vuelto al ‘laissez faire' al mercado, y a un regulador que sólo ordena en vez de organizar. Han querido reactivar las inversiones en redes tras vivir una etapa de competencia en precios, tal y como ahora sucede en España con los operadores virtuales, tanto móviles como fijos, o sea los que operan la red de otros.
En los mercados estudiados en el informe han vuelto a la competencia plataformas de telecomunicaciones fijas, móviles y de cable. Todos los operadores de estos países han invertido en redes propias en cada ámbito, y ofrecen el resto de los servicios de forma complementaria. Los intereses económicos y de innovación de los consumidores finales han sido mantenidos. No se observan fallos en la adopción de la banda ancha, que ofrecen velocidades de acceso superiores a la media de la OCDE. Mientras que la velocidad más alta de América Latina está en Chile, donde Telefónica es el mayor operador de red fija, y reparte con otro su dominio en móviles.
El estudio añade que el regulador solo deberá ser intervencionista si el mercado da lugar a situaciones de sectores sociales o zonas geográficas desfavorecidas. La traslación a España de la situación de estos países solo mantendría en el mercado a Telefónica, Vodafone, Orange, Yoigo, ONO, los operadores móviles autonómicos, y algunos especializados en empresas como Colt o BT. O sea los únicos que invierten en red. También lo hace Jazztel, pero de forma muy minoritaria y realizando un esfuerzo financiero que difícilmente mantendrá con la crisis. Con ONO habrá que ver si los clientes logrados durante más de diez años invirtiendo en red la permiten superar esta obligada etapa de ralentización de inversiones ante sus dificultades de lograr financiación. La premisa para los operadores de telecomunicaciones es que requieren inversiones intensivas en redes que tienen retornos muy largos. Durante años me he preguntado si los nuevos directivos lo habían olvidado.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA
