El local estaba abarrotado hasta la entrada y moverse de un lado a otro de ‘La esquina del Bernabeu’ resultaba posible el jueves la noche, a pesar de que había ningún galáctico del equipo merengue, sino muchos colegas y amigos de profesión que convocados Berbés Asociados disfrutaron, apretaditos, de una agradable velada que se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Tras franquear la puerta y adentrarse en la fiesta, los anfitriones, encabezados Marysol Berbés, se encargaron de que todos los asistentes se sintieran como en casa. Incluso se quiso colar algún espontáneo pero ahí estaba ‘Marysol Casillas’ que salpicada la magia blanca del lugar acabó adoptando los ‘superpoderes’ que se le atribuyen a Iker y paró los goles de todos los canaperos y gorrones que se querían apuntar al festín. Y es que no sólo estuvo atenta en la entrada, sino que durante toda la fiesta se encargó y cercioró de la comodidad de los suyos.
Hubo cariño, risas, y comentarios cariñosos. Otra vez juntos, casi más que en Zaragoza, y esta vez fuera del ámbito laboral, si cabe mejor todavía. Desde luego no faltó casi de nada en la reunión de Berbés. Lo que quizá si echaron en falta algunos fue haber disfrutado de un cóctel más copioso, al que era difícil acceder en algunos momentos la cantidad de asistentes.
El toque diferente lo dio la comida japonesa, preparada un nipón que se encontraba en medio del local y que ofreció, entre otros manjares, platos orientales y pequeñas hamburguesas, todo ello endulzado con frutas silvestres y piruletas de chocolate.
Y así, con la misma sonrisa con la que habían recibido a los invitados los fueron despidiendo uno a uno, aunque los más juerguista se quedaron sin el adiós de la principal anfitriona que relevó en sus quehaceres a ‘sus chicos’ (que lo hicieron muy bien). Los invitados aguantaron, incluso acabada la barra libre. Sin duda una buena nota este año para Berbés Asociados. El año que viene más y mejor.
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