Tras las cenas de empresas, las reuniones con los amigos y las copas de más llega la resaca. Continuamente les instamos a no conducir bajo los efectos del alcohol pero esta premisa podría extenderse a no hacerlo tampoco durante el tiempo que dura la resaca. Y es que ‘este malestar general' puede multiplicar cuatro el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Así lo señalan desde la Sociedad Española de Neurología
Tal y como señala la agencia Efe y haciéndose eco de las palabras de David Ezpeleta, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el consumo elevado de alcohol en días puntuales como las fiestas Navideñas puede acarrear más de un problema. Y es que la resaca puede multiplicar hasta cuatro las posibilidades de sufrir un accidente en comparación con los abstemios debido, entre otros motivos, a las alteraciones neurológicas que produce como son torpeza o distorsiones visuales y espaciales.
La resaca puede tener consecuencias ‘peligrosas' para conducir. Tal y como señala la misma agencia, con una resaca fuerte todavía puede quedar un índice elevado de alcohol en la sangre y el riesgo al volante de una persona en este estado puede ser mayor del de alguien que se ha tomado dos vinos y da positivo en los test de alcoholemia.
Algunas de las consecuencias que podemos sufrir al volante son dificultad para maniobrar, para frenar o para aparcar, asegura Ezpeleta. Y es que beber de manera excesiva los fines de semana repercute en la ‘zona frontal del cerebro, el hipocampo y el cerebelo'.










