La crisis no sólo trae malas noticias, sino que también tiene aspectos positivos. Uno de ellos es la reducción del tráfico (la gente coge menos el coche para reducir costes) y como consecuencia, una caída en la siniestralidad. Se han reducido un 20% los fallecidos respecto a 2007.
El hecho de que las familias y las empresas estén pasando malos momentos conlleva a su vez que se utilice de forma más comedida el transte individual. Así, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, indicó que la crisis económica repercutió el año pasado en el descenso de alrededor de un 20 ciento de muertes en la carretera respecto a 2007. Como consecuencia de la crisis, a juicio de Unespa, ha descendido la intensidad en la circulación, lo que a su vez ha rebajado el número de partes que se comunican a las compañías.
Por ejemplo, según datos lanzados Unespa, la Asociación Empresarial del Seguro, este hecho arroja algunos datos significativos: en Jaén se ha reducido un 4,06 ciento el número de siniestros materiales durante el prer semestre de 2008.
Las provincias más conflictivas para las aseguradoras son aquellas en las que se localizan las ciudades más pobladas. A la cabeza se encuentra Madrid, donde hay un golpe de chapa con una cadencia de 1 minuto y 55 segundos. Por detrás aparecen las otras dos grandes ciudades españolas: Barcelona (cada 2 minutos y 13 segundos) y Valencia (cada 3 minutos y 47 segundos). En otro extremo de la clasificación figuran municipios donde se sobrepasa la hora (incluso las dos o las tres horas). Es el caso de localidades más pequeñas como Ceuta, Melilla, Zamora, Teruel, Soria, Segovia, Palencia, Cuenca y Ávila.
Hoy se conocerán los datos del balance anual de siniestralidad durante el ejercicio 2008, y es bastante probable que este descenso sea más acusado al hablar del segundo semestre, en la medida en que la situación financiera de los hogares se ha ido complicando.
