Es lo que se plantea ahora en el mercado. La opción tradicional de hacer una red TDT solo para televisión móvil, que requeriría una normativa ex profeso para ella y un concurso público para comercializar la señal está lista, y paralizada, para aprobarse desde hace más de un año. Mientras tanto, los canales en abierto de televisión han ido llegando a acuerdos para emitir su señal sobre las redes 3G con los operadores de telefonía móvil, que la venden a unos seis euros mensuales. Unos 250.000 clientes demuestran que los españoles no están dispuestos a pagar ver la tele, sobre todo cuando no reciben las películas y series de los grandes "majors", para lo que las cadenas de televisión deberían negociar y pagar derechos de autor diferenciados.
Eladio García, presidente de Impulsa TDT, se plantea la posibilidad de emular a alemanes y japoneses. Operadores móviles de ambos países han comercializado teléfonos asiáticos que permiten recibir la misma señal TDT que llega a los televisores del hogar. Lo positivo es que la ven en sus móviles de forma gratuita, lo negativo es que solo pueden recibir la señal en la calle y no dentro de los edificios. Un éxito, se recibe la misma señal que en casa, publicidad incluida. En Japón se han vendido 40 millones de estos móviles para ver TDT convencional, y más de 600.000 en Alemania. "¿No podríamos iniciar esta forma de ver la tele en el móvil, mientras se aprueba la normativa para ofrecer la TDT móvil? La ventaja es que mientras llega, el público se acostumbraría a ver televisión en la nueva pantalla. Eso conformaría el número de clientes requerido para atraer publicidad, y se podrían emitir los nuevos canales cuando se apruebe la TDT móvil de forma gratuita", asegura García.
La solución propuesta Eladio García facilitaría la rentabilidad del modelo de TDT móvil. Aunque los operadores aseguran que se definirá en función de la normativa. Las pruebas realizadas entre los tres con el operador de la red de televisión Abertis Telecom, y conversaciones avanzadas mantenidas entre todos, han predefinido una solución en la que todos estarían presentes. Abertis sería el ejecutor y explotador principal de la red. Los operadores se centrarían en comercializar la señal, manteniendo la tradicional subvención de terminales sobre los requeridos para la TDT móvil. Las cadenas de televisión comercializarían la publicidad para los nuevos canales, que podrían ofrecerse de forma gratuita al público. Acuerdos cruzados entre los protagonistas del nuevo negocio aseguraría la rentabilidad para todos. En 2010 veremos qué pasa.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA