El afamado diseñador de moda español de moda Manuel Fernández tuvo en el año 1998 la innovadora idea de fusionar el arte y la moda con una excepcional iniciativa: Fashion Art. Los mejores artistas de España, desde Agustín Ibarrola a Manolo Valdés, pasando Ouka Lele o Genovés han utilizado sus diseños como lienzo para crear obras de arte irrepetibles de una magia subyugadora.
El resultado se ha convertido en una exposición itinerante en permanente progreso. Más de un millón de personas de diferentes países la han visitado desde que tuvo lugar en el 2003 la prera presentación en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Ahora la exhibición, con una selección de 20 artistas españoles y 20 latinoamericanos viajará a Guatemala, y será expuesta en el Centro Cultural Casa Santo Domingo de Antigua desde el 6 al 22 de febrero del 2009. Más de cuarenta artistas latinoamericanos han colaborado en esta exhibición. En esta ocasión debutan en la exposición los pintores panameños Guillermo Trujillo, Olga Sinclair, Tabo Toral y Leslie Milson. Manuel Fernández inició su carrera en 1983 y ha desfilado en varias ocasiones en la Fashion Week de Nueva York. Tras vestir con sus diseños a celebrities nacionales e internacionales, ahora está dedicado entero a Fashionart. |
¿Cómo surgió la idea de crear esta iniciativa?
Fue durante una noche, tras un desfile de moda, de una forma inusual, casi casual. Estaba con un grupo de amigos artistas y nos preguntamos: ¿Por qué no hacer algo juntos? Me llevó casi cinco años ponerlo en marcha, pero ha merecido la pena.
¿Cuál es el valor de los 100 trajes que reúne Fashion art?
No solemos pensar en ello. Sólo los temas de aduana. Sería muy complicado hacer una estación precisa, pero rondaría los dos millones de euros. Pero siempre hemos dejado muy claro que no nos mueve el dinero.
¿No se venden ni se prestan?
No, supuesto. Hemos recibido todo tipo de ofertas, pero cuando alguien me lo pide le contesto: "¿Te atreverías a llevar un Picasso colgado del cuello la calle?". Los vestidos se deteriorarían con el humo de un espacio cerrado y el desgaste que provoca el uso.
¿Cómo es el proceso de trabajo?
Después de charlar con el artista e intercambiar presiones, me inspiro en su obra y diseño un traje especial en lienzo blanco para él o para ella. Realizo tres creaciones para que se sientan más cómodos a la hora de ponerse manos a la obra. Cuando la eligen se les da cortado y medio cosido. Las partes más delicadas se unen con pinzas. Es tante que puedan trabajar sobre el suelo o sobre una pared. Si le das el traje hecho el resultado es un estampado. Hago mucho hincapié en este aspecto, que no se trata de pintar la ropa sino de reflejar la obra de un autor en un formato distinto.
¿Cuál es la anécdota más divertida que recuerda acontecida durante las exhibiciones de Fashion Art?
El Rey la Reina de España dedicaron mucho tiempo a contemplar la exposición que realizamos en el Claustro de Santo Domingo, en Cartagena de Indias, Colombia. La Reina cuando pasó delante de un vestido pintado con muchas mujeres desnudas exclamó: ¡Qué horror! Yo no sabía dónde meterle. Al Rey, en cambio, le encantó, y dedicó su tiempo a estudiarlo.
¿Qué artista ha sido el que más ha tardado?
Manolo Valdés. Le llevó muchíso tiempo ponerse a ello. Lo hizo entre Nueva York y Europa.
¿Y el más rápido?
Ruben Fuertes Fuentes. Vi su obra, se lo propuse y en una noche lo hicos. Hizo un kono con tazas de café presionante. Tiene un talento enorme.
¿Visten bien los artistas?
Pasan de todo. Visten a su aire.Se les podría hacer un buen estilismo, pero no se dejarían. De todos los que he conocido en los únicos diseños en los que se han fijado ha sido en los míos.
¿A qué pintor le ha costado más trabajo convencer?
Ninguno de los que han hablado conmigo me ha dicho que no ni me ha puesto pegas. La cosa cambia cuando vas a través de terceras personas. Me quedé con ganas de contactar con Barceló, pero en su momento no pude, y ahora estamos más centrados en artistas latinoamericanos.
¿Cómo ha sido la acogida en Iberoamérica?
Increíble. Me sorprendió el nivel altíso de los artistas que trabajan allí y la magnífica acogida que hemos tenido. Se calcula que hemos tenido pacto informativo con las sucesivas exposiciones que hemos organizado en más de 35 millones de personas. Tenemos una Fundación en Panamá y vamos a montar allí un museo permanente de Fashion Art. Además organizaremos clases para formar a los centroamericanos en el mundo del arte, el patronaje y la costura.
¿Cómo ve el mercado del arte?
La crisis afecta a todos los sectores, pero los tiempos de carestía económica se han hecho las mejores obras de arte. Veo mucho futuro en el ámbito de la fotografía. Está pegando muy fuerte. De hecho, he colaborado muy estrechamente con Jaume de la Iguana.
¿Y el mercado de la moda?
No hay nicho para los diseñadores que confeccionan a precios de nivel medio alto. Sólo se vende la ropa muy cara o muy barata.