Aproxadamente el 10% de las personas con Síndrome de Down que trabajan desempeñan su tarea en la Administración Pública, mientras que el centaje restante lo hace en empresas privadas o en los centros especiales de empleo, según ha afirmado hoy el presidente de la Federación Española de Síndrome de Down, Pedro Otón, a raíz de la pregunta realizada al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, una participante del programa ‘Tengo una pregunta para usted', Izaskun Buelta.
Junto a las preguntas más repetidas, las referentes a la crisis, u otras esperables como las relacionadas con el aborto y la eutanasia, la cuestión de esta concursante sobre la situación laboral de las personas con Síndrome de Down es quizá la que más expectación ha causado entre los telespectadores y posteriormente en los medios de comunicación, donde hoy todos reflejan la osadía de esta joven de 32 años que al finalizar el programa ofreció su currículo al presidente.
La pregunta ha servido, además, para reabrir el problema de la integración laboral de las personas con discapacidad en España. En este sentido, Otón ha afirmado en declaraciones a prsalud que actualmente ‘sólo el 8 ciento, unas 1800' de las personas con Síndrome de Down que esta en edad de trabajar y que tiene las capacidades para hacerlo ocupa un puesto de trabajo. De ellos, aproxadamente dos tercios desempeñan su tarea en un centro especial de empleo mientras que un tercio, unas 700 personas, en una empresa ordinaria.
Sin embargo, según Otón, de este tercio, ‘aproxadamente el 90 ciento trabaja en empresas privadas', mientras que el centaje restante desempeña su tarea en la administración pública. El presidente de la Federación, apunta que esto se produce que, a pesar de que se cumple la ley que obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a que el 5 ciento de los contratados tengan algún tipo de discapacidad, el acceso a las vacantes en las empresas públicas no distingue entre personas con discapacidad física e intelectual.
Por eso, cuando deben enfrentarse a un examen, aunque cada aspirante disponga de un tiempo distto según su capacidad, las personas con discapacidad intelectual se encuentran en inferioridad de condiciones. Para Otón, ‘no es un problema de tiempo ni de adaptación, sino de concepto'. Ante esta situación, aboga que las personas con Síndrome de Down compitan entre ellas y desempeñen trabajos para los que están preparados, que serán más bajos que los asignados para las personas con discapacidad física. Por eso, para él debería haber un centaje de puestos otorgado exclusivamente a personas con discapacidad intelectual.
Por el momento, sólo unas pocas personas, aunque no se sabe exactamente cuantas que no existe un censo, trabaja en las administraciones públicas desempeñando puestos de ordenanza, bedeles, ujieres o de auxiliar administrativo. Además, todos estos puestos, de reciente creación, son, según Rodríguez, de ‘carácter experental'. Un ejemplo de ellos es Javier Dorronsoro, un joven de 21 años, que según publica El Mundo en su versión digital trabaja en el Congreso desde hace un año como asistente del grupo popular.
Sin embargo, Otón también recalca que la situación de las personas con Síndrome de Down ha mejorado en los últos cuatro años especialmente el empeño de las familias y de las asociaciones. Desde hace veinte años, los niños asisten a colegios ordinarios y se preparan para un oficio. Así, el paso siguiente es la integración en empresas ordinarias. Desde la Federación apuntan que el ‘mayor logro' sería conseguir que en cinco años se duplicase el centaje de personas con Síndrome de Down que tienen un trabajo, alcanzado el 15 ciento.
