La Wii ha revolucionado los videojuegos, superando a la tradicional consola llena de botones que mantenía a los jóvenes inmóviles frente a la pantalla del televisor. La consola de Nintendo es más que una videoconsola, permite hacer dete a los más perezosos sin moverse del salón, con un amplio abanico de programas que van desde yoga a los de riesgo extremo. Es un mando que sigue los movientos del propio cuerpo, la versión WiiFit tiene una tabla con sensores sobre la que saltar y moverse, y permite varios jugadores sultáneos para realizar competiciones. El resultado ha sido situarse como la videoconsola más vendida en el mundo. En España tiene el 40% del mercado.
Excelente para pasar la tarde en familia. También para mantener el cuerpo en forma. Con la Wii se acabaron las excusas de falta de tiempo o de lejanía del gnasio. El otro día me lo contaron unos amigos y me convencieron. Por supuesto que es mejor acudir personalmente al gnasio, pero la Wii evita el sedentarismo a quien, de cualquier forma, va a estar jugando con una pantalla. Yo, que soy neófita en eso de los videojuegos y me quedé en los barquitos del ordenador, pensé que era el invento del siglo.
Pues ayer la mañana me lo chafaron en la tele. Salió un entrenador para hablar de los peligros de la Wii, que algunos jugadores lo hacían de forma inadecuada. Añadía la necesidad de la supervisión de un profesor para poner litaciones de tiempo, hacer los ejercicios previos de calentamiento, y obligar a una evolución adecuada a la forma física de cada uno. Puede provocar contracturas musculares, tendinitis o esguinces. La Wii aconseja el precalentamiento y un nivel adecuado a cada forma física, pero es fácil saltárselo, y eso es lo que solemos hacer los indisciplinados españoles con casi todo. El mismo Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas ha alertado sobre el peligro. Ahora, los papás deberán estar enca de los niños para que sigan fielmente las indicaciones de la consola. Pues vaya un pestiño.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA