La cuesta de enero se ha resuelto para Prisa. El grupo ha logrado refinanciar el crédito sindicado 2.000 millones, cuyo venciento se producía en marzo. Un consorcio liderado HSBC y BNP habría aprobado el plan de reestructuración presentado el Grupo.
Para nadie es un misterio que los problemas se acumulan para Prisa. Es verdad que con esta refinanciación se han quitado de enca el peso de tener que responder ante sus acreedores en su peor momento financiero, pero esto no significa que las dificultades estén resueltas. Prisa tiene ahora delante el desafío de revalorizar la compañía en el peor momento económico para la compañía, lo que plica necesariamente vender alguno de sus activos más rentables.
Podrán ahora negociar sin presiones y es probable que incluso puedan ‘colocar' Digital Plus a alguna de las empresas con las que han estado negociando. Esto les permitirá además avanzar en segundas opciones como la venta de la Cadena Ser o de la editorial Santillana, siempre sin descuidar la conflictividad laboral que está generando la división de El País en cuatro empresas diferentes.
En cualquier caso el invierno será duro para Prisa: totalmente fuera de la Guerra del fútbol, con sus ingresos publicitarios en Prensa cayendo en picado y viendo cómo la Cadena Ser pierde cada vez más influencia política. Esto sin contar con los 5.000 millones que todavía no se pagan y que con intereses, a fines de año crecerá a niveles preocupantes.
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