Zeta ya tiene acuerdo. Durante el día de ayer se firmó la paz definitiva que, como ya os contamos en prnoticias, ha reducido en casi noventa personas la lista de despedidos de noviembre y ha mejorado las condiciones de indemnizaciones. No obstante, ahora se abre un proceso quizá más complejo para el grupo, que incluye la esperada reestructuración financiera de la compañía, la negociación del nuevo Convenio Colectivo de los que quedan y la posible venta de algunas cabeceras de Grupo para ‘soltar lastre'.
El 4 de octubre del año pasado Joan Llopart era nombrado presidente de la Comisión Ejecutiva de Grupo Zeta con poderes totales para hacer todo lo necesario para reducir el tamaño de la compañía y hacerla viable en el corto plazo de cara a los acreedores. Un mes después el 12 de noviembre el gestor conocido en todo el sector como experto en hacer liftings a empresas, presentaba su controvertido plan que en su parte medular incluía la salida de 533 personas de la compañía, casi el 25% de toda la plantilla.
El 3 de febrero se alcanzaba un preacuerdo después de tres meses de tensas negociaciones, precedidas de la presentación del ERE el 31 de diciembre, últo día hábil de 2008. Las condiciones son mejores, principalmente que los despedidos se han reducido en unas noventa personas (442), pero además que han mejorado las indemnizaciones (VER RECUADRO). Un acuerdo que en principio trae la paz social al Grupo Zeta se acaban la serie de huelgas convocadas en los últos meses, que logra además ahorrarse unos 32 millones de euros, según comentó a los propios sindicatos en más de una reunión.
No obstante, el proceso que se abre ahora para los gestores es aún más complicado si cabe. Con la reestructuración acordada Zeta podrá negociar el anunciado préstamo de 200 millones de euros con un pool de banco que le daría un respiro con su deuda a corto plazo cifrada en 140 millones de euros. No obstante, incluso con este acuerdo queda sellado, aún queda la deuda a largo plazo (otros 300 millones de euros) que es la que realmente preocupa a sus gestores y que según sus financieros, tiene en ‘quiebra técnica' a la empresa.
EL ACUERDO FINAL
El acuerdo del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a un total de 442 personas de 26 empresas. El texto recoge, no obstante, la prórroga del periodo de consultas del Expediente, condicionando la ejecución de los despidos a la obtención de la financiación necesaria para el proceso de reestructuración. Ayer comenzó el periodo de adscripciones voluntarias al expediente, que finalizará dentro de quince días. Entre ellos, 36 están fuera de convenio ser directivos o cargos de confianza y otros veintiocho podrán abandonar la empresa de aquí al año 2011.
La empresa podrá ejercer únicamente un derecho de veto condicionado. A iniciativa de UGT, se han incluido las cláusulas basadas en criterios sociales que garanticen la no discrinación y los supuestos incluidos en la Ley de Conciliación de la Vida Laboral y Familiar. Entre otros, la protección de embarazadas, personas con hijos o dependientes a su cargo, trabajadores con edades comprendidas entre los 45 y la edad pactada de prejubilación, así como que las medidas no afecten a los dos miembros de un matronio o pareja de hecho cuando ambos trabajen en el grupo, excepto en los casos voluntarios o de cierre de centro de trabajo.
Las indemnizaciones pactadas oscilan entre los 48 días año trabajado para aquellos trabajadores y trabajadoras con un sueldo de hasta 25.000 euros anuales; los 45 días para sueldos de hasta 35.000 euros; y los 31 días año trabajado para quienes cobren más de 65.000. Todos estos tramos son sin tope de ninguna clase. Mientras, que las prejubilaciones oscilan desde el 83% del salario bruto más convenio especial, para el personal con una retribución de hasta 35.000 euros hasta el 63% más convenio especial para los que cobren más de 75.000 euros. Entre las novedades incluidas en el texto se plantea que el trabajador pueda acogerse a la indemnización más beneficiosa.
Y es que el acuerdo del ERE y la reducción de la plantilla y su masa salarial era tante, era la condición ‘indispensable' para obtener el crédito, pero es sólo el prer paso para devolver a la empresa su viabilidad extraviada en los últos años. Ahora queda el más tante, que no es otro que conseguir liquidez y para ello es casi obligatorio comenzar a desprenderse de activos, revistas que representen un lastre y alguna que otra cabecera fuerte que sea bien valorada en el mercado como Interviú, Tiempo o incluso el Periódico de Catalunya. A favor de Zeta juega ahora que tendrá más tiempo (el que les da el préstamo) para negociar las ofertas con mayor tranquilidad.
Y en cuanto al conflicto laboral, éste ha amainado el momento, pero puede volver en el mediano plazo si la empresa no cumple los acuerdos. En prer lugar queda en el aire la demanda que planeaban algunos redactores de El Periódico de Catalunya contra los gestores de Zeta manejo negligente de la empresa y desvalorización de activos. En principio ésta quedaría aparcada, en el entendido que los acuerdos logrados los sindicatos en cuanto a indemnizaciones, han sido satisfactorios para la plantilla del diario catalán.
¿Y qué queda? En temas laborales se abre ahora el proceso de negociación del Convenio Colectivo, aparcada de la negociación del ERE petición expresa de los sindicatos. No obstante, la empresa necesita reducir más costes y para ello ya ha planteado la posibilidad de incluir en el convenio la congelación específica de salarios y de derechos laborales, algo que los sindicatos no ven con buenos ojos, pero que están dispuestos a negociar en unos pocos meses. Tampoco sabemos el futuro de Llopart una vez que termine su labor, pero eso es material de otro artículo…
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