COLOMBIA 11/02/09
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Las últas liberaciones de las Farc han puesto de manifiesto un conflicto entre el Gobierno colombiano y los medios de comunicación. La presencia de algunos periodistas en las operaciones de rescate ha molestado al Ejecutivo de Uribe, que además ve inotuna la comparecencia de los ex rehenes ante la prensa.
Apelando al derecho a la intidad, los informes del Gobierno colombiano indican que los secuestrados las Farc, una vez liberados, no deben comparecer ante los medios. No obstante esta conclusión llega después de las fuertes críticas emitidas el ex rehén Alan Jara hacia el presidente Álvaro Uribe, a quien acusó de no haber ‘ayudado para nada a que se produzca un intercambio humanitario y, ende, la liberación de los prisioneros'.
Jara fue el más crítico de todos los liberados con el Presidente colombiano al señalar que ‘pareciera que al presidente Uribe le conviene la situación de guerra que se vive en el país y pareciera que a las Farc les gusta que Uribe esté en el poder'.
Además, las últas liberaciones de secuestrados las Farc han estado rodeadas un conflicto entre Gobierno y periodistas. Los miembros del Ejecutivo de Uribe han acusado a los periodistas Holman Morris y Jorge Enrique Botero de ‘hacer apología al terrorismo'. Botero formó parte de la operación humanitaria en el rescate de cuatro uniformados, el pasado 1 de febrero.
Sin embargo, el periodista fue acusado de vender ágenes de la liberación a la agencia informativa AP, algo que fue negado el propio Botero. ‘Incumplió las reglas del juego que había pactado con el comisionado de paz que él no fue de garante, sino de publicista del terrorismo, y esto no se puede aceptar señaló Uribe una cosa es la libertad de prensa y otra cosa es utilizar el ca de periodista para convertirse en publicista del terrorismo'.
Por otro lado, la presencia en el lugar de las liberaciones de Holman Morris, director del programa de televisión ‘Contravía' y corresponsal de Radio Francia Internacional, y otros dos reteros también motivó las críticas del Gobierno. Morris entrevistó a los rehenes antes de que fueran liberados. Este hecho provocó que el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, acusara al periodista de mantener vínculos con la guerrilla que, según explicó, Morris conocía las coordenadas de la liberación y el Gobierno no.
Ante estas acusaciones, Morris declaró que ‘lo que le molesta al Ministro de Defensa es que en este país haya periodistas, senadores o lideres de opinión que estemos hablando de paz. Y para ello necesitamos el reconociento de que hay un conflicto armado en este país'.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también salió en defensa del Holman Morris al sostener que ‘las fallas profesionales en que haya incurrido Morris en ningún caso justifican los desmedidos calificativos del Gobierno'.
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